Martín Vestiga, Lili Bertaria y el asesor de Milei que no devuelve la plata
Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Todo un adicto a su profesión.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) siempre ofrece encuentros inesperados, pero ninguno tan pintoresco como el que protagonizaron el respetado periodista Martín Vestiga y la operadora libertaria concheta Lili Bertaria.
La escena ocurrió en plena vereda porteña, entre bocinazos, vendedores ambulantes y un par de turistas que no entendían nada, pero sacaban fotos igual.
Martín Vestiga, con su habitual tono inquisitivo de periodista que huele primicia hasta en el aire, se cruzó con Lili Bertaria, quien nunca pierde la oportunidad de soltar un chisme político.
Sin perder tiempo, Lili Bertaria se inclinó hacia Martín Vestiga y, con esa voz impostada de quien se cree en la avant-première de la Rosada, lanzó: "Te cuento algo que no salió en ningún lado".
Martín Vestiga, que no puede resistirse a la palabra “exclusivo”, acomodó la lapicera en su mano y escuchó con atención. Fue entonces cuando Lili Bertaria reveló la bomba: según ella, el asesor del presidente Javier Milei, Iñaki Gutiérrez, le habría pedido plata prestada hace tiempo a Carlos Maslatón para poder cambiar el auto.
Lo jugoso del asunto no era el préstamo en sí, sino la supuesta falta de devolución y el posterior silencio sepulcral que, según Lili Bertaria, terminó enfriando la relación entre ambos.
Martín Vestiga, con gesto de sabueso político, replicó: "¿Me estás diciendo que la libertad avanza, pero los pesos no vuelven?". La ocurrencia hizo sonreír hasta a un canillita que estaba a unos metros, vendiendo diarios que nadie compraba.
Lili Bertaria, orgullosa de su hallazgo, insistió: "Te lo digo yo, Lili Bertaria. El muchacho cambió el auto, pero no devolvió la confianza".
Martín Vestiga anotó la frase como si fuera oro en polvo, pensando que podría titular su próxima columna: "Deuda interna: Maslatón, el prestamista no correspondido".
El encuentro terminó con un apretón de manos: Martín Vestiga se fue convencido de haber conseguido una joya informativa, y Lili Bertaria, feliz de haber alimentado el radiopasillo libertario, se marchó sabiendo que su chisme ya había quedado en manos del periodista más dispuesto a difundirlo.
En CABA, como siempre, la política y el humor se mezclan en las esquinas, y nada queda librado al azar… Ni siquiera los préstamos impagos entre libertarios.
Todo lo mío es tuyo. ¡Coqueta!








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