VIDEO | Exclusivo: el asado de Milei con los dueños de la Suiza Argentina que alimenta la causa por cohecho
El rumor sordo que recorrió los pasillos de los tribunales de Comodoro Py y los estudios de televisión toda la semana ya no es tal. Se transformó en un dato concreto, verificado y de una gravedad institucional mayúscula. El presidente Javier Milei, según comentaron diferentes fuentes, habría estado en Nordelta, en la residencia de los dueños de la Suizo Argentina, y no sólo eso, sino que esa visita privada, ocurrida tras las elecciones de las PASO de 2023, es hoy el centro de una requisa fiscal que podría comprometerlo directamente en la causa que se destapó a raíz de los audios de Spagnuolo.
Fuentes judiciales confirmaron que el fiscal pidió formalmente a la seguridad de Nordelta los registros de ingreso y egreso de los últimos dos años. El objetivo es tan claro como explosivo: trazar una línea de tiempo que demuestre el vínculo entre el Presidente y la familia dueña de la firma. Y en ese cruce de datos, afirman las fuentes, "va a aparecer el Presidente de la Nación".
LA INVESTIGACION AVANZA !! Los Menem intervinieron a la obra social OSPRERA, pusieron ahí a un soldado de Lule y lo primero que hizo fue pagar millones a la Suizo y crear una empresa trucha para afanar ellos tambien!
— alejandroK (@alejandroK1694) September 1, 2025
Terminan PRESOS los MENEM pic.twitter.com/NtjJSdSaZD
El asado, los perros y el "primer agradecimiento"
La reconstrucción del episodio es minuciosa. Según pudo reconstruir este diario, la visita del entonces candidato presidencial se produjo en los días posteriores al sorpresivo resultado de las PASO del 13 de agosto de 2023, donde La Libertad Avanza se impuso. El ánimo era de celebración.
Milei ingresó al country privado y se dirigió a la mansión. No fue una visita fugaz. Se quedó a almorzar. El menú, según relataron vecinos del lugar, fue un asado. Un detalle curioso quedó grabado en la memoria de los testigos: en un momento de distensión, el ahora Presidente jugaba con los ovejeros alemanes que custodiaban la propiedad. Una escena doméstica que contrasta con la gravedad política del encuentro.
¿Qué se celebraba? La hipótesis es robusta: era un "primer agradecimiento" por una contribución millonaria a la campaña. La empresa habría entregado dos millones de dólares. La confirmación de la cena en Nordelta le da, en palabras de un allegado a la investigación, "una verosimilitud demoledora" al relato de Spagnuolo.
Lule Menem, el intermediario incómodo
La pieza que termina de cerrar este rompecabezas de poder, dinero y política es la figura de Eduardo “Lule” Menem. La pregunta que muchos en la política se hacían –"¿Por qué el Presidente no echó a Lule Menem cuando todas las acusaciones apuntaban a él?"– encuentra aquí su respuesta más lógica y tenebrosa.
La teoría que se consolida en la fiscalía es simple: Menem no era el cerebro, sino el intermediario, el operador logístico. El negocio, la decisión política final, era del Presidente. Si el dinero y las promesas circularon hacia la cúpula, despedir al mensajero sería no solo inútil, sino contraproducente, ya que podría convertirse en un testigo clave en su contra. La visita a la casa de los supuestos aportantes, sin testigos incómodos, refuerza la idea de un diálogo directo, sin intermediarios en ese momento crucial.
La pregunta que Milei deberá responder
La ecuación que plantea la fiscalía es brutal en su simpleza: cuando alguien le da dos millones de dólares en efectivo a un candidato, ¿qué compromete? ¿Qué se promete a cambio? La causa judicial ofrece una respuesta: la modificación de un sistema de compras que multiplicó las ganancias de la droguería, de la cual una parte habría retornado a los funcionarios.
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