Milei, acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, la canciller Diana Mondino y el embajador designado en Israel, rabino Axel Wahnish, fue recibido por el rabino Shmuel Rabinowitz, encargado del lugar.

Con una kipá negra cubriendo su cabeza, el prescidente se acercó al muro, extendió sus manos y apoyó la frente contra las piedras milenarias, en un gesto de respeto y devoción. Las lágrimas no faltaron, un momento que fue capturado por las cámaras y que rápidamente se viralizó entre los presentes y en redes sociales.

El rabino Wahnish, figura clave en la espiritualidad de Milei y su guía en el estudio del judaísmo, lo consoló con un abrazo que duró varios segundos, compartiendo la intensidad del momento.

La escena se vio acompañada por el sonido del shofar, un instrumento tradicional hebreo, mientras un grupo de argentinos y locales saludaban al presidente con banderas argentinas y cánticos como “¡Viva la libertad, carajo!” y “Am Israel Jai” (“Larga vida al pueblo de Israel”).

Tras el rezo, Milei recorrió los Túneles del Kotel y participó en una ceremonia en conmemoración de las víctimas de los ataques terroristas de Hamas del 7 de octubre de 2023. Al ser consultado por un periodista sobre un mensaje para Argentina, el mandatario respondió con un breve pero esperanzador: “Estamos saliendo”, reflejando su visión sobre la situación económica del país.

Esta visita marca la primera vez que Milei, quien ha expresado públicamente su admiración por el judaísmo y su intención de convertirse a esta fe, pisa este lugar sagrado, cumpliendo una promesa hecha durante su campaña electoral.

Su agenda en Israel incluye reuniones con el presidente Isaac Herzog y el primer ministro Benjamín Netanyahu, así como una visita al Museo del Holocausto y el Kibutz Nir Oz, uno de los sitios más afectados por los ataques de Hamas.

Mientras tanto, los memes y la ridiculización en "X" sobre la "emotiva" conexión con el Muro de los Lamentos, ponen en tela de juicio los actos del prescidente. Se acusa de ser un gran montaje religioso con motivos ulteriores sponsoreado con la plata de los impuestos que paga el pueblo.