Más vale chorro conocido: el Gobierno quiere polarizar con Cristina y le preocupa que "La Jefa" termine en cana

Mientras Cristina Fernández de Kirchner corta clavos luego de que cobraran relevancia los rumores sobre una inminente decisión de la Corte Suprema de Justicia ratificando su condena en la Causa Vialidad, en la Casa Rosada los ánimos ante una eventual proscripción de “La Jefa” generan una inquietud que tratan de disimular sin mucho éxito.
Aunque uno podría pensar que el oficialismo se beneficiaría al sacar del tablero a una de las figuras más representativas de la oposición, lo cierto es que Cristina es tan polarizante que aun dentro del peronismo genera divisiones y fracturas, por no hablar del resto del arco político que si bien está descontento con el Gobierno de Javier "Jamoncito" Milei, tampoco quieren un regreso del kirchnerismo.
No hay estrategia legal posible. La Corte es la última palabra judicial en la República Argentina. Cristina Fernández tendrá firme su condena por chorra. Y no hay absolutamente nada que puedan hacer para evitarlo. pic.twitter.com/HkS7EsVhFL
— ASB (@GordoLeyes) June 9, 2025
De hecho, pese a que algunos referentes mileístas se expresan con fervor a favor de la condena de la “Jefa de la banda”, catalogándola sin miramientos como “chorra”, puertas adentro, por los pasillos de La Rosada se comenta que tener a Cristina como candidata sería más una ventaja que un problema.
La idea de polarizar las elecciones contraponiendo a Cristina como el máximo exponente de “la casta” ante una figura presuntamente virgen en el terreno político como lo sería la candidatura de un outsider como Daniel Parisini (Gordo Dan) es demasiado tentadora para un oficialismo que, pese a contar con todo el aparato estatal a su favor, viene mostrando un desgaste importante.
A estas alturas, con un país detonado y la figura del “prescindente” salpicada por múltiples escándalos, lo mejor que le queda a La Libertad Avanza es jugar con el miedo de la gente ante un supuesto regreso del kirchnerismo al poder. Lo mismo que antes intentaba hacer el PRO, ahora desbancado y corrido del eje de la lucha contra CFK y su runfla. En este sentido, el mayor mérito del que podría alardear Milei es el de no ser ni Mauricio Macri ni Cristina.
Tampoco se puede perder de vista que la reacción social ante el arresto de Cristina sin lugar a dudas se haría sentir en las calles, cambiando el humor social en un tramo clave del calendario electoral. Sin ir más lejos, desde múltiples sectores afines a CFK ya están amenazando con una respuesta en caso de que se confirme la condena.
Por otro lado, si bien la candidatura de Cristina en la tercera sección electoral bonaerense afecta principalmente a lo que pueda ocurrir en la provincia de Buenos Aires, lo cierto es que con miras al futuro tampoco el oficialismo ve con buenos ojos que la Justicia la saque por completo del juego.
De hecho, con “La Reina Batata” fuera de la ecuación, el enano keynesiano Axel Kicillof tendría el terreno libre para encolumnar a toda la oposición detrás suyo y erigirse como el máximo candidato a destronar a La Libertad Avanza en las elecciones presidenciales del 2027.
Con Cristina “llevándose la marca” y cargando la mochila de la corrupción a sus espaladas, y sin otro referente de peso dentro del peronismo que le dispute la conducción, el gobernador bonaerense ganaría altura y encima podría jugar la carta del reclamo por la liberación de “La Jefa”.
Esta trama puede verse reflejada en la movida que terminó por echar por tierra el proyecto de Ficha Limpia en el Congreso. Por más que el mileísmo jura y perjura que no tuvo responsabilidad, lo cierto es que fue el propio artífice de la maniobra, el misionero Carlos Rovira, quien le echó el fardo de la responsabilidad por la decisión a un intento por ayudar a Javier Milei.