Tras el cambio en Transporte, el Gobierno acelera el recorte de Trenes Argentinos entre internas y posibles cambios
Con Luis Perrini ya instalado en la Secretaría de Transporte, el Gobierno avanza a toda máquina en el desguace de Trenes Argentinos, la empresa estatal con más empleados del país. El discurso oficial habla de "saneamiento" para la privatización, pero los números muestran un ajuste brutal: 1.937 nuevos despidos (que se suman a los 1.897 de 2024), un recorte del 73 por ciento en horas extras y la eliminación de 277 cargos jerárquicos. Sin embargo, detrás de las cifras pululan denuncias de manejos oscuros en la empresa, con funcionarios de gestiones anteriores –protegidos por su presidente, un exrandazzista– que resisten los cambios.
Los números del ajuste: menos gente, más "ahorro"
Ya se "saneó" Ferrocarriles Argentinos una vez. Ya privatizó "en beneficio de todos los argentinos" una vez. Ya conocimos esa historia, un fracaso en los pocos países donde se intentó y un desastre en el nuestro: no sólo nos quedamos sin trenes, nos quedamos sin vías. Insisten. pic.twitter.com/TJ9VOFSq8E
— Gualter (@brezhneviano) May 7, 2025
El plan oficial es claro: reducir la planta de 23.834 a 20.000 empleados, bajo el argumento de eliminar "puestos duplicados" o personal "fantasma". Según el Gobierno, esto generará un ahorro de miles de millones de pesos, pero los gremios lo ven como un vaciamiento preprivatización. Los recortes ya incluyeron:
- 2.200 líneas telefónicas dadas de baja por "innecesarias".
- 30 por ciento menos de autos alquilados sin uso operativo.
- Contratos de seguridad y mantenimiento tercerizados cancelados (ahorro de 12.600 millones).
Pero el ajuste no termina ahí: las horas extras cayeron un 73 por ciento, y el mantenimiento de vías ahora lo hace personal interno, no contratistas. "Dicen que es eficiencia, pero en los talleres ya faltan repuestos y hay trenes parados", acusa un trabajador.
La interna en transporte
El cambio de Franco Mogetta a Perrini no fue solo un recambio de nombres: empezó una purga silenciosa. El primero en la mira sería Martín Ferreiro, subsecretario de Transporte Ferroviario y hombre de confianza de Mogetta, al que se sumaría también Federico Suleta, titular de la JST.
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