En esa instancia se estableció la incorporación formal de legisladores del PRO al espacio libertario, marcando el inicio de un armado conjunto que hoy se proyecta a nivel nacional.

Sin embargo, el diseño de la estrategia no está exento de tensiones internas. Referentes históricos del PRO y algunos fundadores de LLA ven en esta maniobra una posible absorción del liderazgo tradicional macrista bajo la estructura del partido que lidera el presidente. Las resistencias se expresan tanto por la defensa de las identidades partidarias como por el reordenamiento del poder dentro del nuevo frente.

Karina Milei, figura clave en el armado del espacio oficialista, busca consolidar el protagonismo de La Libertad Avanza como sello dominante, manteniendo su discurso y estética en la boleta electoral, aún cuando se incorporen aliados en el reparto de candidaturas.

La decisión apunta a fortalecer el proyecto nacional del oficialismo de cara a los comicios, con una estrategia que fusiona pragmatismo político con reafirmación identitaria. La reconfiguración del mapa electoral ya está en marcha, y promete nuevas definiciones en las próximas semanas.