La confirmación del acuerdo llega tras una reunión celebrada el viernes entre Karina Milei, secretaria general de Presidencia, y dirigentes del PRO como Cristian Ritondo y Diego Santilli.

También participaron en la foto de unidad el intendente marplatense Guillermo Montenegro, el presidente de LLA en la provincia, Sebastián Pareja, y Eduardo “Lule” Menem, un alfil del poder libertario.

La imagen fue celebrada por el Presidente como prueba suficiente de la consolidación del frente, ignorando las profundas contradicciones que representa una alianza con sectores a los que él mismo responsabiliza por el desastre económico que heredó.

“¿Usted cree que la gente se sienta en esa foto de manera inocua?”, preguntó Milei al periodista Luis Majul, en tono desafiante. En la misma entrevista, reiteró: “Vamos a sacarle el bastión kirchnerista por antonomasia”.

La obsesión con el kirchnerismo parece justificar cualquier tipo de alianza, incluso con actores a los que acusó de corrupción, ineficacia y traición a los principios del libre mercado.

Pese al acuerdo, Milei volvió a cargar con dureza contra el ex presidente Mauricio Macri, a quien responsabilizó por la imposición del cepo cambiario y el default en pesos durante el final de su mandato.

“Macri y Hernán Lacunza generaron un monstruo cambiario. Defaultearon deuda en pesos con el eufemismo de ‘reperfilamiento’, algo inédito”, sostuvo el Presidente, mostrando que ni siquiera una alianza electoral lo obliga a moderar sus ataques hacia quienes ahora considera socios circunstanciales.

De manera autocomplaciente, Milei celebró el fin del cepo este lunes, cuando comenzó a regir un sistema de flotación administrada que fija al dólar entre mil y mil cuatrocientos pesos.

“Liberamos el mercado de cambios, como prometimos, sin especulación política”, dijo, pese a que el contexto económico sigue marcado por una fuerte incertidumbre, caída del poder adquisitivo y un ajuste que golpea con dureza a los sectores más vulnerables.

La alianza entre La Libertad Avanza y el PRO en Buenos Aires expone con claridad el pragmatismo extremo del oficialismo. La paradoja de un Presidente que llegó al poder denunciando a “la casta” ahora se abraza con quienes fueron protagonistas centrales del sistema político que prometió destruir.