VIDEO | Malabares mentales: Espert afirmó que en marzo no hubo inflación, sino un "salto de precios"

En un alarde de malabarismo retórico, el economista y candidato bonaerense de La Libertad Avanza, José Luis Espert, ofreció una peculiar reinterpretación de la economía actual. Durante una entrevista con Luis Majul en LN+, afirmó con aplomo: “En marzo no hubo inflación, solo un ajuste abrupto en el índice de precios”.
Con esta frase, Espert pareció sugerir que la inflación, ese viejo conocido de los argentinos, se desvaneció como por arte de magia. En su lugar, propuso un término más ligero, casi inofensivo: un “salto”. Como si los precios, en un arranque de entusiasmo, hubieran decidido escalar un par de peldaños para luego quedarse quietos.
Dice Espert que no hubo inflacion en marzo, que hubo "un salto de indice de precios", acota el chupapijas Majul "ah por la carne y servicios"
— Antiponzista (@PonzistaAnti) April 14, 2025
Entraron oficialmente en la etapa "de relato total"
Si criticaste el gobierno anterior por estas razones y militas esto, sos lo mismo,… pic.twitter.com/u2j44G4iMJ
"INDEC":
— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) April 11, 2025
Porque informó que la inflación fue de 3,7% en marzo pic.twitter.com/5CaCvfm0zD
Por ello, en el set de Majul, Espert se lanzó a una suerte de gimnasia conceptual. “¿Qué es la inflación?”, se preguntó, adoptando un tono reflexivo, para luego concluir que un aumento generalizado y sostenido de precios no encaja con lo que pasó en marzo.
Según él, fue un evento aislado, un brinco pasajero. Los datos del INDEC, sin embargo, no acompañan su relato: 2,2 por ciento en enero, 2,4 por ciento en febrero y 3,7 por ciento en marzo. Pero para Espert, estos números no dibujan inflación, sino una especie de “turbulencia momentánea” en los costos.
A raíz de esto, surge la pregunta sobre las causas de este fenómeno. Espert no dudó en señalar al “mercado financiero” como el culpable, argumentando que una “leve caída en la demanda de dinero” generó incertidumbre. Una explicación que suena tan lejana de la cotidianidad como un académico discutiendo teorías mientras las góndolas del supermercado se vacían.
En consecuencia, mientras Espert juega con las palabras, la realidad no da tregua. Los argentinos enfrentan cada día un desafío mayor para llenar la heladera o pagar las cuentas. Llamarlo “salto de precios” no alivia el peso de la crisis ni disimula que sobrevivir al mes se ha convertido en una hazaña.
Así, la maniobra de Espert no parece destinada a aclarar, sino a desviar la atención. Rebautizar la inflación no cambia su impacto: los salarios se achican, los empleos tambalean y el ánimo colectivo se resiente. Su eufemismo, lejos de ser una solución, se percibe como un intento de suavizar una verdad incómoda.