Política
La intervención kirchnerista los divide

Salta: Berni toma el control de la sede del Justicialismo

Sergio Berni asumió el control de la sede del Partido Justicialista en Salta, acompañado de una millonaria caja para el pago de haberes. La ausencia de figuras locales marca una creciente división dentro del movimiento.

Sergio Berni, exsecretario de Seguridad kirchnerista, llegó ayer a Salta. En solitario, recibió las llaves de la sede del Partido Justicialista y una caja con 100 millones de pesos, destinados al pago de los salarios del personal que trabaja allí. La ausencia de dirigentes justicialistas destacados resalta una creciente división dentro del Partido Justicialista: por un lado, el kirchnerismo; por el otro, los peronistas más tradicionales.

Finalmente, se concretó la intervención ordenada por Cristina Kirchner en el último plenario del Justicialismo. Acompañado por el senador nacional Sergio Leavy y algunos dirigentes del Partido de la Victoria, el kirchnerismo (aunque de manera simbólica, debido a la falta de otros referentes) tomó el control de la sede del PJ salteño.

Las ausencias no sorprendieron. Ya se había anticipado que los peronistas salteños no verían con buenos ojos una decisión tomada desde Buenos Aires, que, además, según denunciaron, responde a los intereses de una facción dentro del movimiento.

Esta intervención podría interpretarse como una revancha de Cristina Fernández de Kirchner por el apoyo abierto que los militantes locales brindaron a la candidatura del riojano Quintela, quien se proponía competir contra la ex presidenta y vice en el gobierno Alberto Fernández.

También son clave las figuras de Sergio "Oso" Leavy, senador nacional, y Emiliano Estrada, diputado nacional.

Lo cierto es que Berni llegó anoche a la sede y, además de las llaves, recibió la caja con 100 millones de pesos. Según las autoridades depuestas, ese dinero está destinado al pago de salarios del personal del lugar.

Hoy, Berni recorrió los medios afines y afirmó: "La intervención no es una cuestión administrativa, sino política". Desde el kirchnerismo, no cayó bien que el justicialismo salteño haya logrado consenso en las Cámaras a favor del gobierno nacional, lo que generó una confrontación abierta.

A tan solo 60 días de las elecciones provinciales, y dado el notable vacío de poder que se dio con la llegada de Berni, es muy probable que el justicialismo no kirchnerista y otros sectores que no respaldaron los métodos de Cristina se unan en listas provinciales. De ser así, la situación electoral de quienes celebraron la intervención del PJ salteño podría verse seriamente comprometida. En Salta, la facción cristinista es una minoría, y algunos de sus propios miembros han mostrado descontento.

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