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Figuras de la música

VIDEO | Astor Piazzolla, el virtuoso del bandoneón que cambió la historia del tango

Astor Piazzolla, figura emblemática de la música argentina.

Por Gustavo Zandonadi, especial para NOVA

El 11 de marzo de 1921, en la ciudad costera de Mar del Plata, nació Astor Pantaleón Piazzolla, un músico que revolucionó el tango llevándolo a dimensiones nunca antes exploradas. De la mano de su bandoneón y su espíritu innovador, el genio del fuelle transformó el género en un símbolo de vanguardia, dejando un legado inmortal que atraviesa generaciones.

Hijo de Vicente Piazzolla y Asunta Manetti, Astor provenía de una familia humilde de ascendencia italiana. En busca de un futuro mejor, sus padres emigraron a Nueva York cuando él era apenas un niño. Allí, en los vibrantes años 30, comenzó su relación con la música. Su padre le regaló su primer bandoneón, y desde ese momento, el joven Astor encontró su camino. Fue en esa ciudad donde, a los 13 años, tuvo un encuentro que marcó su vida: conoció al legendario Carlos Gardel, quien lo invitó a participar en la película "El día que me quieras". Aunque Piazzolla solo tuvo un breve rol, la experiencia lo conectó profundamente con el tango.

De regreso a la Argentina, el joven Astor se instaló en Buenos Aires, donde comenzó a abrirse camino como bandoneonista. En 1939, se unió a la orquesta de Aníbal Troilo, uno de los grandes exponentes del tango. Con "Pichuco", Piazzolla perfeccionó su técnica y comenzó a desarrollar una visión más experimental sobre el género, algo que lo distanciaría de las corrientes tradicionales. En 1942 contrajo matrimonio con Odette María Wolff. De esa unión nacieron sus hijos Diana (1943) y Daniel (1944).

En 1946 formó su propia orquesta, dando rienda suelta a su estilo personal. Pero sería en los años 50, tras estudiar composición en París con la renombrada profesora Nadia Boulanger, cuando encontraría su identidad musical. Ella lo alentó a volver a sus raíces y a combinar el tango con elementos del jazz y la música clásica. Esta influencia definiría las bases del "tango moderno". Luego vinieron obras como "Adiós Nonino", "Libertango", "María de Buenos Aires" y su colaboración con Horacio Ferrer en piezas emblemáticas como "Balada para un loco" y "Chiquilín de Bachín", que consolidaron su lugar como innovador y maestro del género.

A lo largo de su carrera, Piazzolla exploró diversos formatos y colaboró con artistas internacionales. En 1965 puso música a versos de Jorge Luis Borges, con la ayuda de la incomparable voz de Edmundo Rivero. En 1974 grabó un disco con el saxofonista de jazz Gerry Mulligan, que fusionó magistralmente el tango y el jazz. Pero su mejor momento estaba por llegar. Fue su presentación en el Teatro Colón en 1983.

En su vida personal el gran músico también fue un hombre apasionado. Su romance con la cantante Amelita Baltar marcó una etapa de intensa creatividad, siendo ella la voz de muchas de sus composiciones más destacadas junto a Ferrer. Sin embargo, en sus últimos años, la salud de Piazzolla comenzó a deteriorarse tras sufrir un accidente cerebrovascular en 1990. Falleció el 4 de julio de 1992 en Buenos Aires, dejando en la cultura un vacío imposible de llenar.

Astor Piazzolla rompió con los esquemas, desafiando las tradiciones y llevando el tango a una condición sublime, majestuosa e inolvidable. Hoy, a más de un siglo de su nacimiento, su obra sigue deleitando a los amantes del tango en todo el mundo. La vieja polémica entre los hinchas de Piazzolla y los tradicionalistas de la música rioplatense ya quedó en el pasado. Su música es tan tango como la de la vieja guardia, y Piazzolla es Gardel.

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