Política
Los pobres cada vez peor

El fracaso del ajuste: el pedido de subsidios por desempleo se disparó 60 por ciento en un año

El ajuste implementado por el Gobierno de "Jamoncito" está dejando consecuencias devastadoras en la sociedad. (Dibujo: NOVA)

El ajuste implementado por el Gobierno de Javier Milei está dejando consecuencias devastadoras en la sociedad. La recesión, la falta de inversión y la caída del consumo han empujado a miles de trabajadores a la desocupación, lo que se refleja en un aumento del 60 por ciento en las solicitudes de subsidios por desempleo durante el 2024.

Mientras el Gobierno insiste en su discurso de "estabilización de las cuentas públicas", la realidad demuestra que su política económica solo está profundizando la crisis y la dependencia de los ciudadanos a la asistencia estatal.

Según datos de la Seguridad Social, 174.335 empleados registrados despedidos sin causa atribuible al trabajador comenzaron a cobrar la Prestación por Desempleo en el último año. Este número no solo representa un aumento del 60 por ciento respecto a los 108.942 de 2023, sino que duplica las 86.268 de 2022 y se convierte en la cifra más alta de la última década (2014-2024).

Las áreas más afectadas son sectores clave para la economía: construcción (54.046 trabajadores despedidos), industria manufacturera (36.233), comercio (28.790), actividades administrativas (14.150), transporte (7.158), servicios de comida y alojamiento (6.493) y salud y servicios sociales (5.522).

A pesar de los intentos del oficialismo por instalar la idea de que la economía se recuperará con la llegada de inversiones, lo cierto es que cada vez más trabajadores se ven forzados a depender de la ayuda estatal.

En diciembre pasado, 102.549 personas recibieron el seguro de desempleo, con un pago promedio de 214.822 pesos, una cifra insuficiente para afrontar el costo de vida actual. La precarización del empleo y la falta de oportunidades afectan principalmente a los sectores más vulnerables, profundizando la crisis social.

El Gobierno ha intentado justificar estos despidos en nombre de un supuesto saneamiento de las cuentas públicas. Sin embargo, el aumento en la demanda de subsidios por desempleo es la prueba irrefutable de que el ajuste no solo no soluciona los problemas estructurales del país, sino que los agrava. Mientras se desmantelan sectores productivos y se reducen salarios reales, los ciudadanos ven cómo sus perspectivas de progreso se desmoronan.

La Prestación por Desempleo, que puede cobrarse hasta por 12 meses, es un derecho de los trabajadores despedidos sin justa causa. Sin embargo, su monto está limitado y no se ajusta de manera acorde a la inflación descontrolada.

En 2023, el Consejo del Salario Mínimo estableció que la prestación debe equivaler al 75 por ciento de la mejor remuneración mensual del trabajador en los últimos seis meses previos al despido. Sin embargo, la resolución impuso un techo que impide a los beneficiarios cobrar el 75 por ciento real de su salario previo, lo que reduce aún más su capacidad de subsistencia.

El ajuste indiscriminado de Milei no solo ha incrementado el desempleo, sino que ha obligado a miles de argentinos a depender de subsidios estatales que, paradójicamente, su gobierno dice querer eliminar.

La destrucción del poder adquisitivo, el cierre de industrias y la incertidumbre económica están llevando al país a un estado de vulnerabilidad extrema. La pregunta es: ¿hasta cuándo podrá sostenerse este modelo que solo genera más pobreza y desesperación?

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