Se le fueron al humo: Cristina y Lilita denuncian a Milei y su campaña de odio y distracción
Las declaraciones del presidente Javier Milei en Davos han desatado una ola de reacciones en el espectro político argentino. Entre ellas, destacaron fuertemente en las redes sociales la ex presidenta Cristina Kirchner y Elisa Carrió, quienes criticaron duramente la postura del mandatario, tras anunciar su intención de eliminar los derechos conquistados por la comunidad LGBT+ y desmantelar políticas de equidad de género. Lejos de ser un hecho aislado, este tipo de discursos se inscriben en una estrategia política más amplia, que busca redirigir el descontento social hacia sectores vulnerables y alejados del poder real.
Cristina Kirchner, en un extenso mensaje en redes sociales, acusó a Milei de alejarse del liberalismo clásico y de promover la división social mediante ataques a mujeres y minorías sexuales. La expresidenta afirmó que Milei se limitó a "insultar, atacar y difamar a mujeres y homosexuales", instándolo a "aflojar un poco" y a "dejar que cada uno sea feliz".
Che Milei… ¿Cómo era ese verso que recitás cuando querés explicar qué es el “libertarismo”?
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) January 30, 2025
¿Era algo así, no?... “El profesor Alberto Benegas Lynch (h) dice que: el libertarismo es el RESPETO IRRESTRICTO DEL PROYECTO DE VIDA DEL PRÓJIMO, BASADO EN EL PRINCIPIO DE NO AGRESIÓN……
Por su parte, Carrió en su cuenta personal de X, escribió una “carta al presidente Javier Milei” alertando sobre el retroceso que significaría para el país eliminar normativas que protegen a la diversidad y garantizan derechos humanos fundamentales, alegando que “todo discurso o acto dirigido expresamente a violar la Constitución lo convierte en un gobierno de hecho”, sugiriendo que las declaraciones de Milei podrían deslegitimar su gestión. La ex legisladora dejó abierta la posibilidad de iniciar acciones judiciales por “traición a la patria, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”. Ambas líderes, a pesar de sus diferencias ideológicas, coincidieron en que el gobierno está utilizando estas polémicas como una cortina de humo frente a la crisis económica y social que enfrenta el país.
El ataque del oficialismo no se limita a la comunidad LGBT+, sino que también se dirige contra los inmigrantes latinoamericanos, a quienes se culpa de saturar el sistema de salud y de aumentar la inseguridad. Este tipo de discursos buscan generar un enemigo interno que canalice la frustración popular, una táctica recurrente en gobiernos que atraviesan momentos de debilidad económica y social. Mientras Milei plantea la eliminación de derechos, la inflación sigue en alza, el desempleo crece y los sectores más vulnerables ven reducirse sus oportunidades de desarrollo.
Este fenómeno no es nuevo en Argentina ya que hay cantidad de referencias históricas que podemos retomar. Sólo para refrescar, durante la crisis de 2001, el discurso punitivista se focalizó en los piqueteros y los movimientos sociales, presentándolos como responsables del caos económico. En los años 90, el menemismo también se sirvió de narrativas discriminatorias para desviar la atención de las privatizaciones y el desempleo creciente, y si seguimos viajando llegamos al gobierno de facto y su concepto del "enemigo interno" para justificar la represión y el recorte de libertades civiles.
Habrá que esperar para ver si frente a este panorama, Argentina lo va aceptando pasivamente o evidencia que el verdadero enemigo está transando con la casta estadounidense.








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