Enterate cuál es la razón por la cual Manuel Adorni odia a la universidad pública: ¿una herida del pasado académico?
El vocero presidencial, Manuel Adorni, es un reconocido crítico de la educación pública en Argentina. Desde declaraciones incendiarias hasta desprecios directos, su postura antiuniversidad pública generó acalorados debates. Sin embargo, ¿podría esta postura estar motivada más por experiencias personales que por convicciones políticas? Esta sería una nueva coincidencia entre el vocero y el presiduende Javier Milei, a quien se le adjudica el odio por el Banco Central luego de ser echado por ser presuntamente incapaz.
Según pudo averiguar NOVA, el lazarillo habría tenido un paso poco alentador por la universidad pública. En la Historia Académica del vocero sobresalen múltiples reprobaciones en materias clave como "Matemática II (Algebra)", "Finanzas Públicas", "Macroeconomía" y "Administración". Este historial incluye repetidos intentos fallidos, con calificaciones de 2 y 3 como nota recurrente, lo que revela un desempeño académico extremadamente deficiente.
Manuel Adorni estudio Economía en la Universidad Nacional de La Plata y no se recibió, generando un gasto deficiente para el Estado. Hoy suspendió su conferencia, generando otro gasto deficiente para el Estado. O sea, digamos, es un CONSTANTE GASTO DEFICIENTE PARA EL ESTADO. Fin. pic.twitter.com/UEzxmklYiL
— Mati Aromi (@MatiAromi) October 2, 2024
Por ejemplo, en "Macroeconomía I", Adorni habría acumulado hasta tres reprobaciones antes de alcanzar una calificación aprobatoria de 4. Una situación similar se observa en "Matemática II", donde necesitó al menos dos intentos para obtener un mínimo aprobado. Pero lo más llamativo es que incluso materias introductorias, como "Introducción a las Ciencias Sociales y al Conocimiento Científico", representaron un reto significativo para Adorni.
Esta historia académica también pone de manifiesto una desconexión entre sus críticas y la realidad de muchos estudiantes que transitan con éxito por el sistema público. Las universidades nacionales fueron durante décadas un pilar de inclusión y excelencia académica en Argentina, produciendo profesionales destacados a nivel global. Sin embargo, Adorni parece ignorar esta realidad, optando por desprestigiar un sistema que, paradójicamente, alguna vez intentó aprovechar.
¿Será que su resentimiento hacia la universidad pública nace de su incapacidad para superar los desafíos que esta le presentó? Su historial sugiere que sí. Años de reprobaciones y fracasos podrían haber dejado una marca indeleble en su percepción de la educación estatal, llevándolo a proyectar sus frustraciones en el sistema que alguna vez lo rechazó académicamente.
Más allá de los debates políticos, estos registros también abren interrogantes sobre la responsabilidad ética de Adorni al criticar un sistema que, en muchos casos, es la única opción para millones de argentinos. En lugar de reconocer las dificultades que enfrentó y valorar las oportunidades que la universidad pública brinda, opta por desacreditarla desde una posición de poder. La exposición de su pasado académico pone a su vez la capacidad para ocupar un lugar tan importante en el Estado argentino.