Las críticas surgieron en un encuentro donde los gobernadores señalaron que las retenciones constituyen una carga excesiva para los productores rurales, afectando su competitividad y rentabilidad.

A pesar de que durante su campaña presidencial Milei había prometido eliminar gradualmente este impuesto, los avances en ese sentido han sido nulos, generando descontento en las principales economías regionales.

Uno de los gobernadores afirmó que las políticas del Gobierno nacional están "castigando a quienes trabajan la tierra y generan divisas esenciales para el país". Según argumentaron, los recursos extraídos del sector no se están reinvirtiendo en las provincias, sino que son destinados a sostener un sistema de subsidios concentrado en el conurbano, perpetuando las inequidades entre las regiones.

La falta de una respuesta concreta por parte del Ejecutivo Nacional solo ha intensificado las tensiones. Mientras el agro continúa siendo una de las principales fuentes de ingresos para la economía nacional, los productores y sus representantes exigen medidas urgentes que alivien la carga fiscal y promuevan un desarrollo más equitativo.