Política
Le faltan todos los jugadores

La borracha busca embarrar la cancha: Bullrich no quiere que la Selección juegue un torneo que se disputa en Venezuela

En medio de la tensión con el Gobierno de Nicolás Maduro, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich intentó manchar la pelota y politizar el Campeonato Sudamericano Sub-20. (Imagen: GROK-IA)

La ministra de Seguridad Patricia Bullrich se pasó de copas nuevamente, y en un intento por desautorizar a la gestión de la Asociación del Fútbol Argentino que conduce Claudio “Chiqui” Tapia y a la vez generar ruido y confusión en medio del conflicto diplomático de nuestro país con Venezuela, pidió que la Selección de fútbol no participe del torneo Sudamericano Sub-20, el cual se jugará en la nación que conduce Nicolás Maduro.

En un claro intento por embarrar la cancha, la borracha alegó que los jugadores argentinos corren “riesgo de ser secuestrados”, haciendo alusión a la disputa generada entre la gestión del demente Maduro y el chiflado Milei por la detención del gendarme argentino Nahuel Gallo, quien ingresó a Venezuela de manera presuntamente irregular y es acusado por las autoridades chavistas de ser un espía enviado para perpetrar un atentado.

La ministra amante del tinto, en declaraciones a la prensa, no se ha explayado mucho más sobre los detalles de esta amenaza, pero ha señalado que la asunción de Maduro para un nuevo mandato ha deteriorado las relaciones entre ambos países. Según Bullrich, este marco político complicado plantea un peligro significativo para la delegación argentina. "Estamos trabajando un protocolo para que quede claro cuáles son los lugares donde un argentino corre riesgo. No podemos exponer a nuestros jóvenes en un lugar donde pueden ser tomados de rehenes", afirmó.

Haciendo hincapié en su inquietud, Bullrich ha comparado la situación que atraviesa el gendarme Gallo con la de los futbolistas, subrayando que cualquier ciudadano argentino podría ser susceptible a acusaciones infundadas en un entorno tan volátil.

Su declaración sugiere que las autoridades podrían ver una similitud entre el estatus de un gendarme y de un jugador de fútbol, lo cual para cualquier persona coherente no tiene ni pies ni cabeza, pero que bien podría encajar con los típicos delirios etílicos de Bullrich.

"¿Qué diferencia hay entre un gendarme y un jugador de fútbol? Lo pueden acusar de cualquier cosa, como si hubiéramos mandado a un policía disfrazado de futbolista. Es un riesgo inaceptable", balbuceó la “Pato”.

No contenta con estas declaraciones, Patricia demostró que le faltan todos los jugadores y elevo sus “inquietudes” a la Conmebol, pidiendo que cambie la sede del torneo.

La solicitud de Bullrich no parece que fuera a tener mucha repercusión, teniendo en cuenta que el campeonato comienza el 23 de enero. Por su parte, lejos de darle bola a las elucubraciones de la borracha, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) todavía no ha emitido declaraciones oficiales al respecto, pero el cuerpo técnico de la selección, liderado por Diego Placente, continúa con los preparativos para el evento.

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