Kicillof no sabe a quién tirarle la pelota tras los incidentes en Moreno

Los recientes disturbios ocurridos frente a la Municipalidad de Moreno, que enfrentaron a la Policía con manifestantes que exigían justicia por el asesinato del repartidor Lucas Aguilar, ocacionaron fuertes declaraciones de parte de Florencio Randazzo contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien rápidamente se lavó las manos.
Randazzo, con dureza, criticó este viernes a Kicillof, señalando la inseguridad creciente en la provincia y la falta de acción del gobierno provincial. En sus redes sociales, el exministro fue tajante: "Lo que pasó en Moreno no es la excepción, el gobernador Kicillof debe dejar de hacerse el boludo y ponerse a trabajar para que los delincuentes estén tras las rejas y los bonaerenses podamos salir a la calle sin que nos maten". La acusación fue clara, apuntando directamente a la inacción del gobernador ante los crecientes problemas de inseguridad.
Lo que pasó en Moreno no es la excepción. El gobernador Kicillof debe dejar de hacerse el boludo y ponerse a trabajar para que los delincuentes estén tras las rejas y los bonaerenses podamos salir a la calle sin que nos maten.
— Florencio Randazzo (@RandazzoF) January 31, 2025
Por otro lado, Axel Kicillof respondió a la presión con un cambio de enfoque. En una entrevista con un medio nacional, el mandatario bonaerense responsabilizó al Gobierno nacional por la falta de recursos destinados a la seguridad. "Si el Gobierno nacional nos hubiera pagado el año pasado los $700 mil millones, ¿cuántos patrulleros se compran con eso? Diez mil patrulleros", señaló. De esta manera, Kicillof implicó que la carencia de fondos para seguridad se debe a una falta de transferencia de recursos por parte del gobierno central, particularmente en relación con el Fondo de Fortalecimiento Fiscal creado en 2020.
"Ese dinero el Gobierno no lo envió a la provincia, que es un fondo creado por ley para financiar la política de seguridad de la provincia. Entonces, si no nos dan los recursos para invertir y fortalecer nuestra capacidad, y al mismo tiempo tenemos una crisis social que avanza...", agregó Kicillof, justificando de esta manera la falta de medidas y los recientes episodios de violencia.
En este contexto, el cruce de declaraciones refleja una vez más las tensiones políticas y las disputas entre distintos niveles de gobierno en torno a la gestión de la seguridad pública y la creciente crisis social en la provincia de Buenos Aires. Mientras Randazzo acusa de inacción y Kicillof señala la falta de recursos, los bonaerenses siguen sufriendo las consecuencias de la inseguridad.