Si hay algo en lo que este partido de dementes, incels y gatos con peluca ha demostrado maestría es en la generación de desconcierto, tanto en aliados como en adversarios. Este fenómeno se ha hecho evidente recientemente, cuando, a días de que Milei solicitara construir una coalición con el PRO —recibida con agrado por Mauricio Macri—, el partido libertario lanzó un ataque directo contra su principal socio en la Cámara de Diputados.

El cruce ocurrió tras el anuncio de Manuel Adorni, portavoz del presidente, que formalizó la convocatoria a sesiones extraordinarias en el Congreso. Esta convocatoria incluye, entre otros temas, un proyecto de "Ficha Limpia" impulsado por el oficialismo, que surge como respuesta a la fallida propuesta anterior del PRO, que no logró el quórum necesario debido a la inesperada ausencia de diez legisladores de La Libertad Avanza.

El partido libertario no tardó en reaccionar. A través de su cuenta oficial en la red social X, emitió un mensaje acusando a ciertos sectores de la política argentina de intentar aprovecharse de la situación para desestabilizar al gobierno, mencionando la "campaña negativa más grande de la historia" contra Milei durante la campaña electoral.

En su desafiante comunicado, insistieron en que no existía pacto alguno con el peronismo y que su único objetivo era actuar de manera correcta en el ámbito político. La conclusión del mensaje fue clara: "Deberían pedir disculpas".

Este intercambio de acusaciones pone de relieve la tensión existente entre La Libertad Avanza y el PRO, a menos de un mes del inicio de las sesiones extraordinarias, programadas entre el 20 de enero y el 21 de febrero.

Javier Milei ha anunciado que propondrá discutir importantes reformas en este período, incluyendo iniciativas ligadas a la seguridad, como la polémica "Ley Antimafias", que pretende redefinir lo que es una organización criminal en el país y otorgar poderes extraordinarios a las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, el núcleo del conflicto no solo radica en la tensión entre aliados sino también en la creciente presión de la oposición, que se ha comprometido a aprovechar este tiempo de actividad parlamentaria para cuestionar y buscar la derogación de varios decretos presidenciales.

Asimismo, el Ejecutivo también busca tratar los pliegos de dos candidatos para la Corte Suprema de Justicia, lo que abre un nuevo frente de negociación y una posible ampliación de los miembros del máximo tribunal.

Este escenario se convierte en un tablero de ajedrez donde cada movimiento puede tener repercusiones significativas. La capacidad de La Libertad Avanza para generar desconcierto parece jugar un papel clave en la dinámica política actual, y su accionar será observado de cerca en los próximos meses. La política argentina, como siempre, promete ser un campo de intriga y sorpresas, donde las alianzas y los conflictos definen el rumbo del país.