Tucumán, CABA y Chaco lideran el ranking de los legisladores más caros del país
Un estudio de la Fundación Libertad encendió las alarmas sobre el gasto político en la Argentina: los legisladores provinciales cuestan, en promedio, 1.182 millones de pesos por año, casi tres veces más que sus pares en España. Tucumán, la Ciudad de Buenos Aires, Chaco, Buenos Aires y Santa Fe encabezan la lista de los más costosos.
En el podio aparece Tucumán, con un gasto estimado de 2.735 millones de pesos por legislador al año, seguido por CABA con 2.661 millones y Chaco con 2.492 millones de pesos. Más abajo figuran la provincia de Buenos Aires (2.293 millones) y Santa Fe (2.138 millones). En el otro extremo, Santiago del Estero y San Luis registran los menores costos, con 138 y 174 millones de pesos respectivamente.
El informe también expuso el tamaño del aparato político en cada distrito: el promedio nacional es de 26 empleados por legislador, aunque en algunas provincias la cifra se dispara. Corrientes lidera con 72 trabajadores por cada representante, seguida por Chaco (70) y Catamarca (54). En contraste, San Luis apenas tiene dos empleados por legislador.
La comparación internacional deja a la política argentina en evidencia: mientras las comunidades autónomas de España destinan el equivalente a 483.486 millones de pesos a sus legislaturas, las provincias argentinas gastan 1,4 billones de pesos, es decir, 2,9 veces más. En números concretos, un legislador español cuesta 399 millones de pesos, mientras que uno argentino supera el triple.
El estudio también analizó el peso del gasto legislativo sobre los presupuestos provinciales: en promedio, representa 1,34 por ciento del total, aunque Tucumán (3,9 por ciento), Catamarca (2,7 por ciento) y Corrientes (2,1 por ciento) están muy por encima.
La mayor parte de estos fondos se destina a sueldos, asesores y personal administrativo, que en algunos casos absorben hasta el 97 por ciento del gasto total. En Santa Cruz, Río Negro y Corrientes, los gastos de personal superan el 90 por ciento, mientras que Santa Fe, San Luis y Neuquén tienen los porcentajes más bajos.
La disparidad también se refleja en los presupuestos: Tucumán destina 134 mil millones de pesos a su legislatura, el 44 por ciento de lo que invierte en obras de infraestructura. En Catamarca, el presupuesto legislativo es 2,4 veces mayor al del Ministerio de Desarrollo Social, y en Chaco, el gasto legislativo duplica el del Servicio Penitenciario Provincial.
Mientras la economía se ajusta y la población enfrenta inflación y recortes, el costo político sigue creciendo sin control. En un país donde sobran cargos, asesores y privilegios, la “casta” provincial demuestra que el ajuste nunca empieza por arriba.
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