Sin embargo, el oficialismo prepararía una nueva maniobra para sortear el fallo: forzar la baja de la candidatura de Reichardt para despejarle el camino a "El Colo" Santilli.

El dictamen de Roteta, aunque no vinculante, había puesto en jaque la estrategia del oficialismo, que buscaba posicionar a Santilli, tercero en la lista original, como cabeza de la nómina, argumentando razones de paridad de género.

La fiscal desmontó esta maniobra, señalando que las medidas de acción afirmativa, diseñadas para garantizar una representación equitativa de las mujeres, no deben interpretarse de forma que terminen perjudicando al colectivo que buscan proteger.

En este sentido, Roteta argumentó que Reichardt, quien ocupaba el segundo puesto, debe ascender al primero, con un corrimiento ascendente del resto de los candidatos.

Ante el fallo de la Junta Electoral favorable a Reichardt y una posible resolución similar del juez Alejo Ramos Padilla, se concretaría la renuncia de la candidata.

Según trascendió, finalmente será "El Colo" quien encabece la lista de Diputados Nacionales en reemplazo de José Luis Espert, a pesar de que Reichardt tenía el derecho legítimo al primer lugar tras el dictamen de la fiscal electoral.

Este nuevo episodio expone las internas y contradicciones dentro del oficialismo, que parece priorizar maniobras políticas por encima de los principios de equidad que dice defender.

En un contexto donde la justicia electoral le reconoció a la ex Brigada Cola su derecho a encabezar la lista, se profundizan las críticas hacia un gobierno que, lejos de mostrar coherencia, parece atrapado en sus propias estrategias: su boleta de octubre quedarían impresas con las caras de dos candidatos renunciados.

La decisión final sobre el orden definitivo de la lista libertaria recae en el juez Ramos Padilla, aunque la presunta renuncia de Reichardt podría dejar sin efecto el debate judicial.

En un contexto de creciente descontento social, este nuevo traspié podría consolidar un precedente negativo sobre cómo el oficialismo maneja los mecanismos de representación femenina cuando estos no se alinean con sus intereses políticos inmediatos.