Según testigos casuales (que aseguran haberse detenido porque creyeron que se trataba de un sketch) Lili Bertaria, con su habitual tono de exclusividad y perfume importado, se le acercó a Martín Vestiga para soltarle un chisme que, en cualquier otro país, habría sido materia de debate en los programas de la tarde.

"Martín Vestiga, vos que sos serio. ¿Sabías que Iñaki Gutiérrez está al tanto de que su pareja, Eugenia Rolón, la referente de La Libertad Avanza en Santa Fe, le es infiel, y aun así no mueve un dedo?", disparó sin anestesia Lili Bertaria, mientras agitaba su celular como si estuviera por mostrar pruebas reservadas.

Martín Vestiga, que suele mantener la compostura incluso en las situaciones más absurdas de la política argentina, quedó en silencio durante unos segundos, como evaluando si estaba frente a una noticia de impacto nacional o ante un capítulo perdido de Casados con hijos versión libertaria.

Finalmente, con la seriedad que lo caracteriza, solo atinó a responder: "Mirá, Lili Bertaria, a mí me interesa lo público… Pero lo privado ya es casi telenovela turca".

Lejos de achicarse, Lili Bertaria insistió con el rumor, convencida de que se trataba de información "clave para entender la interna libertaria". Aseguró que Iñaki Gutiérrez “aguanta callado” porque el costo político de admitir semejante situación sería mayor que cualquier reforma económica.

El intercambio entre Martín Vestiga y Lili Bertaria terminó convirtiéndose en un espectáculo callejero: algunos transeúntes grabaron videos, mientras otros aplaudían como si se tratara de un show improvisado.

Lo cierto es que, entre chismes de alcoba y operaciones políticas, el episodio dejó una enseñanza clara: en la Argentina 2025, la frontera entre el periodismo, la militancia y el radiopasillo libertario es cada vez más fina, y personajes como Martín Vestiga y Lili Bertaria logran, sin proponérselo, que la política se parezca cada día más a una tragicomedia nacional.

Ahora vete, olvida mi nombre, mi casa, mi cara... ¡Y pega la vuelta!