Oriunda de Tanti en el Valle de Punilla es especialista en trauma, psicoterapia compasiva y entre varios métodos que utiliza con sus pacientes se encuentra el E.M.D.R., un modelo de psicoterapia complejo que la Organización Mundial de la Salud describe cómo una terapia basada en la idea de que los pensamientos, sentimientos y comportamientos negativos son resultados de recuerdos no procesados.

En exclusiva para la sección de Perfiles Urbanos de NOVA le consultamos a Cinthia Ordoñez por qué y cuándo decidió estudiar psicología. "Luego de varios días del accidente y con muchas limitaciones para levantarme, hablar, escuchar y caminar estando en la cama del hospital por intuición comencé a utilizar un mecanismo interno que después supe que eran las visualizaciones, todos los días me imaginaba lo que hacía antes del accidente, desde que me levantaba, iba a la facultad (en ese momento cursaba 5 año de la carrera de Abogacía en la U.N.C), la jornada laboral, hasta que me iba a acostar, cada momento de un día común".

A pesar del complejo panorama luego del fuerte accidente la expectativa médica comenzó a cambiar. “Lentamente comencé a mover algunos músculos y recuperarme, en ese contexto sentí que por haber logrado algo tan importante debía transmitirlo y luego de estudiar Neurociencias por sugerencia de mi neurólogo elegí estudiar psicología porque consideraba que podía entender a cualquier persona que hubiese atravesado una situación difícil y dolorosa".

Recordando el contexto comentó: "Después de un tiempo de haber estudiado psicología comencé a tener ataques de pánico y distintos trastornos del estado del ánimo por lo que comencé, además de la rehabilitación física tratamientos psiquiátricos y psicológicos hasta que descubrí que mi diagnóstico era trastorno de estrés postraumático. Intenté sanar con varias terapias y medicaciones hasta que encontré a mi maestro y mentor Damián Klor con quien descubrí el E.M.D.R. que cambió mi vida para siempre".

Más allá de sus estudios y experiencia profesional Cinthia Ordoñez es budista y pondera el disfrute del presente como una filosofía de vida. Es mamá y acompaña a su hijo de 8 años desde la crianza respetuosa y consciente, ama viajar, es bailarina profesional y elige pasar sus días en contacto con la naturaleza.

Al consultarle sobre la transformación que experimentó a pesar de las dificultades con espíritu generoso y eligiendo conscientemente un mensaje para difundir expresó: "Todas las personas pasamos por distintas situaciones dolorosas a lo largo de nuestra vida pero tenemos la oportunidad de transformarnos gracias a las distintas terapias y métodos que por suerte hoy se conocen. Cada paciente que me llama está sufriendo, todos queremos estar en paz y tranquilos y por eso es importante conectar con la necesidad del otro para tener una vida que valga la pena ser vivida".

Al finalizar la entrevista Cinthia Ordóñez eligió expresar otro momento que le cambió la vida más allá del accidente y su profesión: "Ser mama de Valentino cambió mi vida profundamente tanto como la psicología y haber enfrentado la muerte, sin ánimo de comparar".

Su ejemplo de superación y su espíritu de generosidad llenan de luz el camino de un mundo exitista donde la comparación y la competencia individualista son la cotidianidad de muchos pero la empatía rodea de vínculos saludables y positivos a quienes la practican.