Enredados: la chica de los rulos que con todo su linaje pone en un aprieto al partido libertario

En medio del escándalo por la visita de los legisladores de La Libertad Avanza a genocidas presos en el penal de Ezeiza, el excombatiente Rubén Ponce de León contó lo que vivió durante el conflicto bélico al mando del excaboprimero del Regimiento de Infantería 12.
Después de que la diputada nacional de La Libertad Avanza Lourdes Arrieta intentara tomar distancia de su visita (junto a seis legisladores oficialistas) a genocidas presos en Ezeiza, la mira ahora está puesta en Tomás Arrieta, su padre, un exmilitar que participó de la Guerra de Malvinas y que fue denunciado por un excombatiente por privación de alimentos durante el conflicto bélico.
"No se puede ser héroe y genocida": apuntan contra Tomás Arrieta, el militar denunciado por torturas en Malvinas https://t.co/GKCkVYbwcP
— LA 750 (@AM750) August 3, 2024
Así lo relató este jueves el exsoldado correntino Rubén Ponce de León, quien años atrás realizó una presentación judicial contra el excabo primero: "Yo el 25 de mayo (de 1982) fui sacado de la primera línea por desnutrición. Este señor, Arrieta, me sacaba la comida", afirmó en una entrevista radial.
"Nuestra comida en Malvinas consistía en un desayuno, a eso de las 10 u 11 de la mañana, y un almuerzo, que también era merienda y cena, tipo cuatro de la tarde. Eran dos comidas por día. Y como todos pasábamos por la misma situación, Arrieta no encontró mejor forma de castigarme que persiguiéndome", explicó.
"Una vez me encontró durmiendo, cuando estaba de guardia, y me castigó sacándome el desayuno y el almuerzo. Siete soldados a cargo de Tomás Arrieta fuimos replegados de la primera línea, todos en las mismas condiciones de desnutrición", continuó Ponce de León.
Además, el excombatiente contó que el 24 de mayo de 1982 un compañero suyo, Secundino Antonio Riquelme, también correntino, murió por desnutrición en el hotel de campaña ubicado en Pradera del Ganso, un poblado de Malvinas más conocido como Ganso Verde.
"Un día después tomaron la decisión de replegar al puesto de sanidad a todos los que estábamos en las mismas condiciones", explicó el entrevistado, quien reveló que durante la guerra llegó a pesar 48 kilos.