Apurado como rengo en tiroteo, el gobernador bonaerense prepara una reforma para evitar la interna del peronismo
El sueño presidencial de Axel Kicillof comienza a jugar en este semestre. El gobernador tiene cuatro meses de sesiones ordinarias para poder implementar una reforma política que busque hacer equilibrio en la interna del peronismo y lo coloque como uno de los ganadores de las elecciones intermedias para afrontar un 2027 con el carro ganador.
En este escenario y con Javier Milei avanzando sobre la destrucción de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), Kicillof resiste sobre la boleta sabana y busca moderación de las tribus de Unión por la Patria (UxP) que se mantiene unido con chicle.
Así, el gobernador desempolva uno de los proyectos que quiso utilizar en 2023 y que no prosperó para avanzar en la unidad de las tribus del peronismo, pero la elección legislativa brinda una oportunidad para diferenciarse de la nacional para tener autonomía.
Para eso, los ingenieros electorales del peronismo comenzaron a evaluar la posibilidad de despegar la elección de la nacional. Una de las cabezas de esa mesa chica deslizó la posibilidad de pegarlas a la elección de Corrientes, donde el peronismo anhela la posibilidad de arrebatarle la gobernación al radicalismo.
Allí, la interventora del Partido Justicialista (PJ) de Corrientes, Teresa García, pone en manifiesto en la Gobernación bonaerense que el peronismo puede dar el golpe en un radicalismo correntino fracturado y muy golpeado por la desaparición de Loan Danilo Peña, lo que pone a Kicillof como un posible ganador de una foto de un domingo contundente.
Sin embargo, la ola Kicillof tiene un sueño y es poner a su amigo y actual ministro de Producción, Augusto Costa, en el escenario político porteño y dar el golpe en 2025. Si esto sucede, el ministro estrella de la provincia necesita una elección pegada a la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Lo cierto es que la evaluación de la boleta desdoblada de la nacional pone al gobierno bonaerense de un plebiscito de la gestión, algo que desde las usinas kicillofistas quieren ponderar para la campaña presidencial.
“Si salimos por el país mostrando la gestión, nos diferenciamos y saltamos la grieta de Estado si o Estado no”, le dijo un ministro cercano al gobernador a NOVA.
Para tentar las diferentes tribus del peronismo, Kicillof planea ponerse al frente de la presión de los intendentes por la reelección indefinida, lo que podría allanar el camino en la Legislatura si la reforma política avanza.
Sin embargo, hay quienes apelan a la Constitución provincial por el adelantamiento de elecciones: “Es jugado pasarlo por la Legislatura, la Constitución faculta al gobernador a poner la fecha de la elección”, dicen.
Además, podría plegarse la discusión a bloques opositores, que buscan la eliminación de las PASO en Provincia y estarían de acuerdo en una Reforma Política a medias, como plantea Kicillof, y dejar pasar la Boleta Única Papel, que quedará plasmado para una próxima discusión.
Según esta iniciativa, los partidos o alianzas que presenten una sola lista de postulantes podrán optar por solicitar a la Junta Electoral de la provincia que se proclame como lista de candidatos a las elecciones generales; o de lo contrario, si hay una competencia, que participen de las elecciones primarias, abiertas y simultaneas (EPAS).