Política
Un funcionario calientasillas

VIDEO | Crónica de un despido anunciado: el Gobierno le dio el raje de La Rosada a Vilella, el secretario de Agricultura

Desde la cúpula de LLA le venían tirando indirectas desde hace rato a Fernando Vilella para que deje su cargo, pero como no acusaba recibo, tuvieron que pedirle formalmente la renuncia. (Dibujo: NOVA)

El Gobierno de Javier “Jamoncito” Milei no para de pasar la motosierra a diestra y siniestra por donde se le canta, y ni siquiera las cabezas de las áreas del Estado más importantes están a salvo del desquiciado duende ajustador.

Solo un par de privilegiados de la más alta casta libertaria tienen coronita en el Gobierno de Milei. Contemos en ese grupete al “Jefe” Karina Milei, a la amigota Sandra Pettovello, a Luis “El del Totó Intocable” Caputo, y poco más. De este grupito para abajo, todos los funcionarios son fusibles intercambiables y tienen el boleto picado.

Para ser expulsado basta solo con hacer un comentario desatinado, como le pasó recientemente al ahora ex asesor Fausto Spotorno, que fue “renunciado” por criticar las medidas de Caputo.

También, es motivo de expulsión de La Rosada estar en el cargo equivocado en el momento equivocado, y ser utilizado como perejil para tapar las macanas de un funcionario de rango mayor, como le pasó al ex secretario de Trabajo Omar Yasín, a quien culparon por el aumento de sueldo de “Jamoncito”.

O como cuando lo fletaron al ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse, por “espiar a Karina”, aunque todos sabemos que fue por los constantes fracasos del Gobierno en temas sensibles como la Ley Bases.

Por lo tanto, que a tan solo un día de la firma del “Pacto de Mayo” tan festejado por el Gobierno, pero tan ruinoso para los argentinos, no debería sorprender a nadie el hecho de que el “Presiduende” haya vuelto a decapitar a un área de alto perfil del Estado.

Esta vez le tocó pasar a la picota a la Secretaría de Agricultura, y el titular de la misma, Fernando Vilella, fue desalojado de su jefatura como chicharra de un ala, según publicaron desde Presidencia. No constan todavía los motivos oficiales de la expulsión de Vilella, pero sí se sabe que será reemplazado por quien hasta entonces era el subsecretario de la cartera, Sergio Iraeta.

Más allá de la explicación que vaya a inventar el Gobierno del “Peluca” para maquillar la destitución del ex secretario de Agricultura, lo cierto es que Vilella venía perdiendo las plumas desde hace rato, prácticamente desde el momento en que asumió su cargo. Desde febrero, por ejemplo, su secretaría está intervenida por el (casi) todopoderoso Toto Caputo.

La mano del ministro “Caputazo” fue dejando sin autoridad ni herramientas dentro de su propia cartera a Vilella: le sacó el Instituto de Agricultura Familiar, desarmó el programa ProHuerta al mismo tiempo que dejó sin cobrar a los funcionarios de la iniciativa Cambio Rural, se cargó el Fondagro que subsidiaba a productores, y hasta le quitó al secretario a dos de sus alfiles, Pedro Vigneau y Germán Di Bella, los número 2 y 3 respectivamente dentro de la cartera.

Este último paso era una clara invitación a la renuncia, pero Vilella, con una falta de carácter alarmante, agachó la cabeza y siguió como si nada (y sin hacer nada). Finalmente, tras serrucharle el piso de mil formas distintas y pincharlo por todos lados para que ofreciera voluntariamente su renuncia, el Gobierno desistió de mandar indirectas y le pidió formalmente a Vilella que dimita.

Un largo camino hacia la nada

Quizás el momento más bochornoso de Vilella en su paso por el Gobierno fue cuando uno de los trolls de Twitter de Milei lo retó como si fuera un chico por darle “like” a un post de Martín Lousteau. El “Gordo Dan”, como se hace llamar en las redes el energúmeno Daniel Parisini que pasó de troll a ñoqui con cargo en el Estado en menos de lo que canta un gallo, no solo cagó a pedos a Vilella sino que encima, como si fuera el César, le bajó el pulgar y vaticinó el final de su carrera.

La falta de carácter del ex secretario de Agricultura quedó expuesta por su tímida y sumisa reacción ante el reto del troll, y encima luego se autocanceló de las redes y no volvió a twittear más para no volver a tener problemas. Uno no sabe de qué espantarse más, si del nivel de influencia de los trolls libertarios sobre funcionarios del Gobierno, o si de la falta de cojones de Vilella para hacerle frente a un descerebrado que se gana la vida posteando basura en las redes.

A tal punto llegó el ninguneo a Vilella que, en los últimos días, se le había prohibido incluso a la Secretaría de Agricultura enviar a los medios agropecuarios sus inofensivas gacetillas de prensa, pues la comunicación comenzará a ser concentrada por el área del Toto Caputo.

Su carrera queda resumida de forma casi perfecta en su único falso triunfo dentro del organismo. Una de las pocas alegrías que tuvo Vilella fue que la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca pasara a llamarse “Secretaría de Bioeconomía”, un canto de sirena a sus ideas sobre la producción sustentable y el desarrollo de políticas ambientalistas.

Sin embargo, incluso este triunfo fue tan pírrico, que este miércoles, junto con su despido, se le volvió a cambiar el nombre a Secretaría de Agricultura. Toda una postal del fracaso absoluto.

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