La Sociedad Rural Argentina, entidad que siempre tuvo un rol protagónico en la política, presiona al ministro para que el cepo se levante más pronto que tarde, mientras del otro lado sólo recibe un pedido de paciencia.

Las cerealeras solicitaron la unificación del tipo de cambio, el levantamiento de restricciones y un cronograma para reducir las retenciones a la soja del 33 al 12 por ciento, igualando las tasas de trigo y maíz. Estas demandas son complicadas de atender en un contexto de pérdida de reservas debido a fuertes pagos de deuda y una considerable cantidad de granos sin vender.

El titular de la Cámara de Exportadores y Cerealeras (CIARA CEC), Gustavo Idígoras, afirmó que la baja de retenciones es una oportunidad política que no se puede seguir retrasando. Además, destacó que la unificación cambiaria eliminaría la especulación y aumentaría el nivel de liquidación de divisas.

Con una inflación proyectada en 5.8 por ciento para junio y una brecha cambiaria superior al 50 por ciento, el Gobierno se resiste a una devaluación o unificación cambiaria que pueda acelerar los precios. Caputo cree que la reciente corrida contra el dólar se debió a la expectativa de levantar el cepo tras la aprobación de la Ley Bases, lo cual fue "malinterpretado".

El Gobierno planea primero reducir el Impuesto País, es decir llevarlo al porcentaje en el que lo recibieron, seguido del impuesto al cheque y, finalmente, las retenciones. Sin embargo, cualquier alivio fiscal está supeditado a lograr un superávit fiscal, lo cual podría complicarse debido a la recesión y la caída de la recaudación.

El Presidente, por su parte, indicó que deben cumplirse tres condiciones para levantar el cepo: terminar con la deuda del Banco Central, los seguros de recompra de bonos, y la convergencia de la inflación con la devaluación. Este nuevo criterio generó más dudas entre los economistas.

Miguel Kiguel, exsecretario de Finanzas, señaló que esta nueva condición podría llevar varios meses más para su cumplimiento, lo que retrasa la salida del cepo. La política cambiaria generó inquietud en el exterior, con bancos de inversión globales alertando sobre la pérdida de reservas y la necesidad de un ajuste de rumbo.

Los inversores extranjeros, reunidos recientemente con gerentes financieros de compañías que invierten en Argentina, expresaron su expectativa de una salida acelerada del cepo y la implementación de una hoja de ruta clara. La presión internacional por una solución rápida refleja la urgencia de estabilizar la economía argentina.