El endeudador serial buscaba obtener 15 mil millones de dólares fuera del programa para levantar el cepo cambiario, pero redujo su solicitud a 5 mil millones de dólares después de la negativa. Sin embargo, en Washington se mantuvo firme la decisión de no otorgar fondos adicionales.

El FMI exigió una devaluación significativa del tipo de cambio como parte de las condiciones para liberar los fondos adicionales, debido al crawling peg del 2% mensual implementado por Caputo y Milei. Sin embargo, el presidente se muestra renuente a llevar a cabo una devaluación que podría poner en riesgo la estabilidad inflacionaria.

Además, el Fondo volvió a reclamar al gobierno argentino sobre la necesidad de flexibilizar la política cambiaria, reducir las restricciones y controles cambiarios, y mejorar la calidad y equidad de la consolidación fiscal.

De esta manera, a seis meses del inicio de la gestión, Caputo se encuentra encerrado entre querer levantar el cepo y que el propio FMI se lo exija, pero no poder hacerlo por no tener los dólares necesarios ni la capacidad de conseguirlos debido al industricidio que están las generando las medidas de ajuste que lleva adelante el Gobierno.