“Arréglense muchachos” les dijo Gildo Insfrán a Jorge Jofré y a los directivos de Crucero del Sur. El escenario es el ideal para hacerse el desentendido ahora. Con un maniático mesiánico noventista y con sed de venganza como Javier Milei que cortó los subsidios al transporte, es más fácil sostener el cuento de “nos cerraron el grifo” desde Nación. Y aunque, es verdad esta vez, el grifo se cerró, lo cierto es que, una provincia que se jacta de tener superávit fiscal y las cuentas de orden, y hasta contar con fondos de emergencia para estas cuestiones, pareciera que en esta oportunidad no es así.
Gildo Insfrán se bajó del bondi y dejó el conflicto de Crucero del Sur en manos del Municipio y Nación. Él retiró el subsidio de 84 millones de pesos con los que la firma misionera compraba el combustible para sus unidades, que por estos días, previos a la medida de fuerza que este sábado transcurre en su cuarto día de paro por parte de los choferes ante la falta de pago de sus haberes, ya mostraba un marcado déficit ya que apenas se veían una veintena de coche de los más de 70 que tiene Crucero.
Y cuando le preguntaron en la conferencia de prensa donde anunció el aumento del 25 por ciento para los estatales, el gobernador fue tajante: “Nos quieren tirar el muerto. Esto es un problema que viene de arriba, nosotros cumplimos hasta donde pudimos, pero si no nos envían más fondos, no es problema nuestro, no es algo que podamos resolver”, había dicho.
Pero el dinero “extra” cuando hay actos militantes y partidarios aparece siempre, porque las unidades de Crucero desaparecen de los recorridos habituales, dejando a mucha gente de a pie, y cumpliendo con “los de arriba” llevando y trayendo gente a las convocatorias del peronismo local.
Ese mismo Gobierno que, seguramente le habrá pagado a la empresa las veces que necesitaron de sus servicios especiales, o cuando colocaron en las lunetas las fotos de los candidatos, es el que hoy se baja del bondi y le dice a César Aguirre (gerente y que le toca bailar con la más fea) que no hay plata, y le retira los fondos, para que se arregle como pueda.
No hay para los sueldos
Desde el miércoles que Crucero del Sur no tiene unidades circulando por la ciudad debido a un paro que lleva adelante la UTA Seccional Formosa porque la empresa les debe los haberes de enero. Gracias a la ayuda del Municipio capitalino, se pagó la segunda parte del aguinaldo de diciembre de 2023, pero no hay plata para los sueldos. Y Diego Mendoza, secretario general de UTA Formosa, fue claro: “Se negocia todo, menos el salario de los compañeros trabajadores. El sueldo tiene que estar en tiempo y forma”, esto como respuesta a una propuesta que les hicieron desde la empresa, que les dijo que iban a pagarles el aguinaldo y que los “bancaran” unos días para ver “cómo hacían” para conseguir el dinero de los sueldos.
La masa salarial que requiere la empresa, solamente para cubrir costos de sueldos para sus empleados, se superior a los 180 millones de pesos, ese dinero hoy no lo tiene ni siquiera para comprarse el combustible a sus colectivos Crucero del Sur.
Y con el nuevo escenario en que las empresas del interior se quedan sin subsidios por la quita del Fondo Compensador, todo pinta para peor. El boleto, que es el más caro de todo el país (690 pesos a partir de la segunda o tercera semana de febrero), podría volver a aumentar y llegar a los mil pesos.
El plan de Jofré
El intendente Jorge Jofré se mostró preocupado y fue uno de los tantos jefes comunales de todo el país que firmaron un petitorio para llamar a la reflexión al presidente de la nación a fin de no quitar los fondos al transporte.
Y si bien comprende la situación crítica de la empresa, sostuvo que “tienen que prestar un servicio eficiente, no podemos ahora estar sin servicio, eso no está pactado en el pliego”.
Y es que la empresa también se siente “cómoda” con el paro, porque debido a su situación crítica, si los micros no circulan, no gastan el poco combustible que tienen. Pero incumplen con el pliego, que incluso podría ser objeto para determinar la ruptura del contrato.
“Nosotros queremos que Crucero del Sur cumpla su contrato, pero que brinde un servicio eficiente. Vamos a un modelo donde el subsidio va a desaparecer, y tendremos que acomodarnos a ello. Habrá que cobrar la tarifa que es, pero el servicio deberá ser optimizado”, explicó.
Para el intendente, el plan que plantea es cambiar los recorridos. Es decir, optimizarlos. Que las unidades gasten menos combustible al hacer menos kilómetros, entonces así, el que tendrá que moverse un poco más, caminar algo más, será el usuario que deberá trasladarse hacia determinados puntos por donde pasarán las líneas.
Así, dice, podrían evitar trasladar el costo del pasaje a los usuarios.
Una empresa deficitaria
Crucero del Sur llegó en 2017 a la ciudad de Formosa, y desde el comienzo, mostró problemas, primero incumpliendo con la cantidad de coches que se había anunciado que pondría en las calles.
Luego y en consecuencia de una mala gestión tanto del Municipio como de Nación que trabó todo, no se pudieron añadir dos líneas más que quedaron pendientes.
Al tiempo de llegar, se desmoronó el escenario a nivel nacional, y llegó la quita de subsidios, y en 2019 empezó el caos de los números rojos que hasta el día de hoy continúan.
Crucero emplea en Formosa a unas 264 personas, cuyos sueldos promedios oscilan entre los 500 y los 700 mil pesos por mes.
Hoy por hoy, las unidades que llegaron a la ciudad con sistema de aires acondicionados y que, según el propio César Aguirre, iban a contar hasta con receptores de señal wifi, no tienen ni para reparar el sistema de refrigeración y circulan hasta con las cubiertas rajadas, con el peligro que ello conlleva.
Con un pie casi afuera de la provincia, aunque lo estirarán lo más que se pueda, lo cierto es que, si los números no les dan a los empresarios, levantarán campamento y “nos vemos en los corsos”, como se dice por estos lados.