Mientras el libertario sigue tensando la cuerda con los gobernadores y se demuestre como un unitario del siglo XIX Martín Llaryora continua en silencio luego de la agitada agenda mediática que tuvo en la Capital Federal en la previa de la votación por la ley ómnibus.

Es indicado como uno de los traidores por parte del círculo íntimo de presidente: el todo o nada parece que comenzó a implementarse.

Nación comenzó a aplicar una medida vengativa sobre Córdoba y varias ciudades más.

A través de la Secretaría de Transporte, comunicó que eliminaba el Fondo Compensador del Interior. Dinero necesario para dotar de recursos a las empresas de colectivos urbanos del interior del país. Unas horas antes, intendentes del interior con el cordobés Daniel Passerini a la cabeza estaban intentando actualizarlo, hoy la cuenta era cero.

Es inquietante por estas horas saber cuál será la postura del ex candidato a presidente cordobés, Juan Schiaretti, quién acomodó en el gabinete libertario gracias a su influencia a varios funcionarios claves que por el mismo motivo vengativo están en la cuerda floja.

El momento cuándo se conoció este recorte total del subsidio al transporte es clave: Milei advirtió que “iba a secar” a las provincias “traidoras” y días después de caída la “Ley de Bases” se conoce este comunicado. Es un pase de factura explícito que complica de lleno solo a los trabajadores del interior de Argentina, pero no a la casta aunque así lo diga el gatito mimoso. Los porteños y parte de los bonaerenses que habitan en la zona definida como AMBA seguirán gozando de los mismos privilegios. La inequidad en la administración de los fondos desde el puerto para el interior del país no solo continúa, sino que se amplía.

Mientras tanto el presidente continúa con tono amenazante y verborrágico escupiendo palabras que en el contexto actual son por lo menos irrealista y se da el gusto de expresar "tendrán que elegir de qué lado están. Cambio de reglas. El Gobierno no necesita la ley; los argentinos la necesitan" y agregó que "la vamos a conseguir, más tarde o más temprano”.

Mientras tanto Llaryora mantiene el silencio y analiza qué postura tomar ante el arriesgada decisión del presidente y su círculo más cercano.

Giordano, Mogetta y Tillard serían despedidos por Javier Milei (NdR: al momento de escribir estas líneas, al menos el titular de ANSES ya fue cesado de su puesto). “Si no se van, los rajo” expresó el presidente en las últimas horas cuando llegó a Roma. El mandatario espera “que se vayan solos”, pero si no tomará la decisión él a su arribo a Buenos Aires.

Con más violencia aún continuó " no se puede estar en la misa y la procesión al mismo tiempo".

Este contexto demuestra a las claras el crecimiento exponencial de la figura del gobernador mediterráneo que deberá utilizar de manera positiva el trascendental momento político para seguir trabajando como afirman desde su círculo íntimo pensando en llegar con chances a las próximas elecciones presidenciales.

Como si esto fuera poco también deberá tener más cintura y capacidad de gobernabilidad que nunca para llevar adelante a Córdoba con un déficit presupuestario resultante de un gobierno nacional que cada vez se parece más a un dictadura.