Sin duda alguna esto coloca a Peña en una situación comprometedora que, si la justicia actúa de forma imparcial, deberá dar muchas explicaciones por la gran estafa que cometió a lo largo de todos estos años, llenándose los bolsillos con plata de los salteños, con la complicidad de Lamberto y probablemente Kripper.

Llamativamente, Peña desapareció del escenario mediático, bajo la excusa de adelantar sus vacaciones ya que dice sentirse agotado (quizás agotado de tanto cobrar dinero de dudosa procedencia), pero nunca dijo nada al respecto sobre este tema y otros que lo involucran en situaciones cuasi mafiosas y de extrema gravedad, como su vinculación con el caso Darío Monges.

Cabe recordar que Peña es uno de los hombres más ricos de Salta que supo amasar su fortuna “apretando” a grandes figuras del poder político y empresario de Salta, con secretos de grueso calibre que prometía sacar a la luz si no le depositaban el “diezmo”. De esta forma allanó el camino para posicionarse y pensar que tenía la impunidad necesaria para seguir cometiendo sus fechorías. Pero el “caballo está cansado” y los años aprietan (no tanto como Peña) y se pierde el reflejo de viejo zorro y este paso en falso le puede costar caro al dueño del imponente “Hotel del Dique” (apostado a la orilla del majestuoso dique Cabra Corral) la libertad.

Cabe recalcar que Peña, viene envuelto en escándalos que desgastan la imagen de la radio “Con mejor imagen” y a su propia persona. Hace un tiempo atrás el periodista Daniel Murillo, quien tenía un programa en ese medio, dio el portazo, pero antes se dio el lujo de cantarle, ¡en sus propias narices! las verdades a Don Mario y a sus secuaces, acusándolos de explotación laboral, maltrato, conspiraciones entre otras cosas.

Asimismo, estuvo involucrado en una relación sentimental con la actual diputada Mónica Juárez, con quien no habría culminado en buenos términos.

Además, fue acusado por ex empleados de discriminación y ejercer violencia verbal cuando llegaba a las instalaciones de la radio con la “tanga cruzada”.

Dicen por ahí que los años no vienen solos y Peña lo sabe. Si la justicia aplica la mano de hierro con el periodista, en los próximos meses estará solicitando la domiciliaria por su avanzada edad.