Sin embargo, la noticia es que una de las agrupaciones ni siquiera envió a un representante a la reunión: La Fraternidad. El sindicato está liderado por Omar Maturano, quien se mostró aguerrido con la gestión libertaria prácticamente desde que el gatito mimoso se sentó en el sillón de Rivadavia, pero que en un momento calmó su “ira” justo cuando circuló por los pasillos de Belgrano Cargas y Logísticas S.A que Maturano se quedaría con un porcentaje de la empresa cuando se privatice.

Según pudo dialogar NOVA con fuentes de la Secretaría de Transporte, se prevé que Maturano vuelva a mostrarse descontento, no tanto por un enojo real sino por la imagen que debe mantener con sus representados. Esto se traduciría, según esperan en el Gobierno y se dice en las filas del sindicalismo, en paros ferroviarios en el último mes del año.

Otro dato que contó a este medio una persona que estuvo en esa mesa es que Sasia junto a los otros representantes sindicales Adrián Silva, de la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos (APDFA); y Enrique Maigua, de la Asociación de Señaleros Ferroviarios Argentinos (ASFA), estaban viendo cómo vender públicamente esta bajada de pantalones frente a los funcionarios.

La realidad es que los tres gremialistas fueron a pedir el 16 por ciento y se volvieron con diez puntos menos, pero arreglaron igual porque en la noche de este viernes la Unión Ferroviaria tiene su cena de fin de año. Sasia deberá mirar a la cara a todos los afiliados, y prefirió que sea con un pan debajo del brazo, aunque sean migajas.