Aunque desde el PRO no esperaban una colaboración directa de la Casa Rosada para conseguir el quórum necesario, confiaban en que el bloque de La Libertad Avanza (LLA) enviaría a sus 39 legisladores al recinto. Sin embargo, ocho de ellos se ausentaron, lo que dejó al descubierto una profunda descoordinación y una creciente desconfianza.

Este inesperado faltazo fue interpretado como una señal clara de que el gobierno de Milei no cumplió con su compromiso de apoyar la causa del PRO en este debate, lo que generó un clima de desconcierto entre los dirigentes de la oposición.

En medio de esta crisis, algunos miembros del PRO empezaron a sospechar que el gobierno de Milei podría haber llegado a un acuerdo con el kirchnerismo, cuyo principal beneficiario sería la expresidenta Cristina Kirchner. Si el proyecto de "ficha limpia" hubiese sido aprobado, Kirchner, condenada por corrupción en la causa Vialidad, se vería imposibilitada de presentarse como candidata en las elecciones de 2025.

En cambio, con el fracaso de la sesión, sus posibilidades de competir para un nuevo mandato se mantienen intactas, lo que hace que muchos en el PRO interpreten que Milei está priorizando una estrategia de polarización con el kirchnerismo, lo que lleva a algunos a señalar que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo".

"Claramente, acá hubo un acuerdo con el kirchnerismo", sostienen cerca de Macri. Esta acusación se suma a otras sospechas sobre pactos secretos entre el gobierno de Milei y el kirchnerismo.

Fuentes cercanas al expresidente especulan con que el gobierno habría acordado con el kirchnerismo que Martín Menem siga como presidente de la Cámara de Diputados, así como la eliminación de las PASO para las elecciones de 2025. Estos acuerdos, según las mismas fuentes, habrían sido negociados sin el conocimiento ni el consentimiento del PRO, lo que aumenta la fractura entre ambos sectores.

El futuro de la relación entre Macri y Milei se vuelve incierto. Mientras el macrismo sigue buscando respuestas y acciones del gobierno de Milei para resolver la crisis, el entorno de Macri evalúa cómo proceder en un escenario cada vez más complicado.

La desconfianza crece, y la guerra interna en el bloque opositor podría tener repercusiones a nivel nacional, generando un nuevo escenario político que reconfigura las alianzas y las disputas de cara a las elecciones de 2025.