Papá Noel también ajusta: el Gobierno cancela pensiones justo a tiempo para las fiestas
Justo a tiempo para cerrar el año con broche de oro, el Gobierno anuncia su nueva obra maestra: dejar sin pensión a quienes no cumplan ciertos requisitos. Parece que diciembre será el mes de los ajustes, pero no en los privilegios de los poderosos, sino en el bolsillo de quienes más lo necesitan.
La Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) informó que un grupo de beneficiarios de Pensiones no Contributivas (PNC) verá cómo desaparece su prestación. ¿La razón? No cumplir con todos los requisitos. Porque, claro, el Estado siempre está dispuesto a ahorrar, aunque sea a la costa de los más vulnerables.
Las pensiones que acompañan… hasta que dejan de hacerlo
Las PNC fueron diseñadas para personas en situación de vulnerabilidad, pero parece que ahora hay que pasar por una pista de obstáculos para conservarlas. Entre los requisitos para las distintas pensiones no contributivas se encuentran:
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Por invalidez: estar incapacitado en un 66 por ciento o más. Como si alguien pudiera sobrevivir con menos del 34 por ciento de capacidad laboral y sin ayuda.
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Por madres con siete hijos: porque criar una familia numerosa en un país con una economía desbordada no es suficiente esfuerzo.
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Por vejez: solo si no tienen bienes ni ingresos. Porque llegar a la tercera edad en Argentina no es suficientemente desafiante.
Eso sí, también se exige ser argentino, no tener trabajo formal ni cobrar otra prestación. En resumen, el sistema se asegura de que los más desamparados compitan por el título de quién es peor.
Ironías de fin de año
Es curioso cómo el Gobierno tiene un impecable sentido de la oportunidad. Justo cuando las familias hacen malabares para sobrevivir en diciembre, llega el aviso de que las pensiones podrían desaparecer. Pero no importa, seguro que el “ahorro” será aplaudido por quienes no necesitan estas ayudas para subsistir.
La narrativa es clara: si no cumplís con todo, no cobras. ¿Por qué? Porque, al parecer, la solidaridad es un lujo que el Estado no puede permitirse. El único consuelo es que al menos nadie podrá acusar a este Gobierno de no ser eficiente… a la hora de recortar derechos.