Provincia de Buenos Aires
Una bolsa de gatos

El regreso de los muertos vivos: comienza la travesía radical para unir los bloques bonaerenses pensando en el 2025

La UCR busca una estrategia conjunta para acercar posiciones entre las facciones que se disputan el poder dentro de la provincia de Buenos Aires.

Los intendentes radicales tienen una cumbre que tendrá un antes y un después en el futuro del partido en territorio bonaerense. Aunque nadie puede garantizar que no haya sillazos, el temario de los jefes comunales busca una cercanía con el Gobierno provincial, aunque con el horizonte en las elecciones del 2025.

El problema que tiene el radicalismo es haber roto su alianza electoral de Juntos por el Cambio siendo cola del PRO. Con casi treinta intendencias a su cargo, la UCR tiene mayor peso de discusión que sus exsocios amarillos, aunque pierden terreno en la discusión y la ruptura de su bloque legislativo allanó la discusión del Gobierno.

Ahora, los jefes comunales del radicalismo tendrán la travesía de avanzar en la unidad de lo bloques, algo que parece impensado por estas horas y que necesita de una seria de cosas que vienen desde Capital Federal.

El que tiene la posibilidad de unir al radicalismo bonaerense es Martín Loustau, quién mantiene una alianza frágil con Facundo Manes y posibilidad de veto a la unidad con el sector de Maximiliano Abad, un sector golpeado ante la militancia por cómo se dieron las elecciones partidarias.

El escenario que ven los intendentes es oscuro. Por un lado, porque los bloques legislativos comenzaron su negociación con el Gobierno por su cuenta, pero por otro, porque los propios intendentes comenzaron a tener puentes con Carlos Bianco, el ministro de Axel Kicillof que se encarga de llevar programas que el radicalismo necesita para sus municipios.

La puja no pasa por lo ideológico, sino por el sistema de alianzas a corto plazo que planea el sector de Abad y la diferencia que plantea el tándem Manes-Lousteau para disputar la Provincia. “No vamos a ir con nadie que nos lleve a ser furgón de cola de Javier Milei”, repiten en Evolución.

“Si a Milei la ve mal, la verdad que Lousteau se puede quedar con el partido por veinte años”, reniega un alfil de Abad en la Legislatura, aunque advierte “por el momento, la baja de inflación y la alta imagen que tiene marca lo contrario, aunque no me guste lo que haga y sus modos”.

El radicalismo permanecerá fragmentado por la simple idea que las alianzas que se llevan adelante en este contexto no contentan a nadie. Incluso, en la Legislatura coexiste una especie de interbloque de Juntos por el Cambio, pese a que la marca esté muerta, pero en el PRO son contundentes: “Mientras Mauricio Macri sea presidente del PRO y tenga injerencia, nunca más habrá una alianza con el radicalismo”.

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