Política
Grieta interna

Los muchachos peronistas, ¿todos unidos triunfaremos?: fuego cruzado entre Máximo y Axel

Todo mal entre Axel Kicillof y Máximo Kirchner. (Dibujo: NOVA)

La reunión del Consejo del PJ con el objetivo de definir su estrategia de campaña de cara a las elecciones generales de octubre de la semana pasada levantó polvareda. Allí estuvieron presentes, entre otros, Martín Insaurralde, Gustavo Menéndez, Leonardo Nardini, Mariel Fernández, Gabriel Katopodis, Fernanda Raverta, Mayra Mendoza, Andrés "Cuervo" Larroque, Teresa García y Omar Plaini. Pero llamativamente pegaron el faltazo el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y la vicegobernadora Verónica Magario, aliados de Axel Kicillof.

El quiebre entre Máximo Kirchner y Axel es indisimulable. El presidente del Partido Justicialista bonaerense y líder de La Cámpora hizo declaraciones a la prensa a la salida del encuentro después de mucho tiempo. Nadie esperaba que el eje de su intervención fueran sus disparos por elevación hacia el gobernador Kicillof, quien hace unos días -rodeado de figuras de un pretendido post-kirchnerismo, como Juan Grabois y Ofelia Fernández-, afirmó que el oficialismo no iba a "entusiasmar demasiado con una propuesta nostálgica". Si bien reconoció que los tiempos de Juan Perón, Evita, Néstor y Cristina Kirchner "son los momentos más gloriosos", Axel planteó la necesidad de dar un drástico giro. "Va a haber que componer una nueva canción, con una que sepamos todos”.

Sin medias tintas, Máximo disparó ante la prensa: "Yo no me dedico a la música, soy militante", en obvia referencia a los dichos de Axel. Y remató: "Más allá de los pentagramas, hay que fijarse muy bien en la gestión. Eso es lo que importa para que no haya confusiones".

No fue el único. También Mayra Mendoza y otros referentes camporistas le tiraron con el pentagrama por la cabeza al gobernador bonaerense.

Lo más llamativo fue que, tras disparar contra Axel, Máximo terminó afirmando prácticamente lo mismo, aunque prescindiendo de las metáforas musicales. Para el presidente del PJ bonaerense, la historia argentina "siempre tiene un buen anclaje de buenas medidas de gobierno", pero que cada uno de éstos tiene "improntas nuevas porque las demandas van cambiando". La etapa 2003-2015 "tuvo el mejor de los espíritus de lo que fue el peronismo y los gobiernos que transformaron la Argentina" -destacó-. Pero con apelar a ella no alcanza.

El encuentro del PJ estuvo teñido de peronismo. "El peronismo es el eje de nuestra formación ideológica. Sí, hay que aggiornar, empezar con otra sinfonía en algunas cosas. Renovar metodologías partidarias, ser un reflejo más pegado a lo que le pasa a la gente", dijo.

Y adelantó que se acordó impulsar una campaña territorial "casa por casa", donde está previsto que, en cada distrito, se analice minuciosamente el padrón partidario para contactar a quienes no fueron a votar en las PASO.

A pesar de que Axel postule su deseo de enterrar al peronismo, el Consejo partidario insistió –en sintonía con la matriz que le está dando Sergio Massa a la campaña- en que el slogan deberá ser “Más peronismo”. Más medidas de redistribución, más justicia social y más movilización de las bases.

En los días sucesivos, Máximo recibió duros cuestionamientos internos por sus afirmaciones y debió salir a explicitar su apoyo a la reelección del gobernador. Otro papelón.

Tampoco a Axel le fue muy bien. Aunque quiera cambiar de partitura, la Marcha Peronista sigue sonando.

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