Versiones fidedignas: las pintadas de Moreno, la reaparición de Marcos Peña y las andanzas de polleras de Alberto
Los manuales advierten que en materia política "no se hace lo que verdaderamente se piensa, ni realmente se piensa lo que se dijo". Por eso, los rumores y murmullos son tan importantes como los "textuales" de cada día...
El armado del “morenismo” en La Plata
En el microclima político de la capital bonaerense ya se habla, aunque en voz baja, de la intención que tiene el ex secretario de Comercio Interior del kirchnerismo y empresario del rubro ferretería Guillermo Moreno de instalar su nombre en la capital bonaerense, distrito al que visitó en varias oportunidades y en el que en general tiene buena convocatoria considerando que está fuera de las estructuras formales de poder desde hace tiempo.
Considerado un referente respetable del “peronismo pragmático” y muy crítico del ultrakirchnerismo –también del albertismo-, el equipo de calle del ex funcionario K viene realizando un interesante despliegue de pintadas en distintos distritos, y la última semana de diciembre del año que recién termina, apareció su nombre en el puente de Echeverry, localidad de paso obligado sobre avenida 44 rumbo a Brandsen, la ruta 6 y la Ruta 2, la principal vía turística bonaerense.
“La tropa por ahora es chica, pero leal y activa, Guillermo quiere jugar, aunque sea para marcar los límites del peronismo que conviene y del que no”, dicen en su entorno. En su entorno, están preocupados porque se ven venir los típicos operativos “antipintadas” que siempre tienen lugar. En este caso, podrían venir del lado de Cambiemos –que conduce el intendente PRO Julio Garro- o de otros sectores duros del cristinismo, como La Cámpora. Por ahora, las pintadas siguen en estado virgen. ¿Durarán? Por las dudas, la tropa de calle de Guillermo está preparada para volver a estampar su nombre...
Desde las sombras, volvió Marcos Peña
Mauricio Macri todavía no decidió si va a jugar las elecciones ejecutivas en persona este año pero por las dudas –y aunque en su entorno lo desmientan- mandó a salir de la cueva a su operador político histórico, su ex jefe de Gabinete Marcos Peña, “el Pibe de oro”, que estaba congelado y desaparecido de la escena política y ahora volvió a dar testimonios en medios de tirada nacional.
“Estoy muy contento de compartir el lanzamiento de Proyecto 77, una conversación generacional en formato de podcast donde personas que atravesamos situaciones de liderazgo compartimos aprendizajes y herramientas a partir de nuestra experiencia”, indicó el ex funcionario a través de las redes. Se sabe, Peña fue el general del ejército de trolles que sustentó a la fallida gestión de Macri entre 2015 y 2019.
En una entrevista con un portal político, aseguró que después de la derrota con el Frente de Todos se alejó de la política –al menos en apariencia- por cuestiones de salud personal y familiares. Lo cierto es que quienes lo conocen, saben que la presentación de su proyecto 77 sonó a “excusa” para volver a instalarse en la primera plana y por qué no, quizá convertirse nuevamente en el armador del ex presidente de Boca, que evaluará hasta último momento si será “presidenciable” a la espera de qué decida su antagonista principal, Cristina Fernández de Kirchner.
Alberto: polleras sí, de gobernar, ni hablemos
A esta altura de su gestión, el mismo sabe que no hay proyecto político que pueda contenerlo ni hacerlo sobrevivir en la Casa Rosada debido a la pésima performance que ejerció a cargo del principal sillón de poder en Argentina.
Igualmente, el presidente Alberto Fernández no pierde el tiempo y sigue haciendo de las suyas, con escapadas que tienen como excusa la política pero esconderían otro trasfondo: el contacto “estrecho” con mujeres, una debilidad histórica del ex operador político de Néstor Kirchner.
Aunque se muestra “enamorado” de su mujer y flamante madre de su segundo hijo, AF no pierde posibilidad de conocer nuevas polleras. Trascendió que durante las últimas semanas de diciembre, el presidente habría acudido a una reunión política en formato culinario en el pueblo de Lima, localidad de Zárate, donde tiene una residencia el titular de la cartera de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni.
Allí –de Lima es oriundo el actual periodista deportivo y ex arquero de la selección Argentina Sergio Goycochea- habría conocido a una señorita que “lo obnubiló” a tal punto que habría realizado todas las gestiones necesarias para hacerla ingresar a trabajar a la central nuclear Atucha y hasta se cuenta que un empleado de la firma la quiso “conquistar” y el todavía presidente ordenó echarlo sin más rodeos.
Igual que Fernando de la Rúa, miembro del club del helicóptero, Fernández también utiliza ese aparato volador, pero en este caso, todavía no para huir desde los techos de la Rosada como hizo el radical: cuentan las malas lenguas que la mujer en cuestión suele subirse al mismo para encontrarse con el presidente, que hasta la habría recibido en la Quinta de Olivos. Creer o reventar.
Hasta la próxima entrega…