El arcón de los recuerdos
La máquina del tiempo

Los actores que trataban a López Rega "como un amigo" se alegraron cuando lo capturaron

Juan Carlos Rousselot, el Brujo López Rega, y Alfredo Alcón, quien llegó a considerar como "un amigo", al fundador de la Triple A.
Una fuerte custodia policial acompañó todo el procedimiento, en virtud del temor de un atentado en su contra. Sabía mucho y no pocos querían silenciarlo.
Una fuerte custodia policial acompañó todo el procedimiento, en virtud del temor de un atentado en su contra. Sabía mucho y no pocos querían silenciarlo.
El Brujo desciende del avión que lo trae de regreso a la Argentina, luego de ser capturado en los Estados Unidos.
El Brujo desciende del avión que lo trae de regreso a la Argentina, luego de ser capturado en los Estados Unidos.
Cipe Liconvsky y Dora Baret, dos actrices que expresaron su beneplácito por la detención del Brujo.
Cipe Liconvsky y Dora Baret, dos actrices que expresaron su beneplácito por la detención del Brujo.

Corría el año 1975 y el desgaste gubernamental del gobierno peronista era evidente. Ese deterioro se basaba no sólo en la problemática económica y en la poca vocación democrática de muchos argentinos, sino que aquel proceso era minado por los atentados terroristas de uno y otro bando.

Las amenazas telefónicas, los comunicados de repudio, los secuestros y hasta los asesinatos eran por entonces algo cotidiano que no terminaba de asombrar a la opinión pública.

Los titulares de los diarios eran siempre ocupados por hechos de violencia y la situación era tan cambiante que figuras políticas de primera línea en un día pasaban a ser las más repudia-das al siguiente.

Al igual que lo hacían las organizaciones extremistas de izquierda, otros grupos paramilitares hacían lo propio en aras de un modelo de país diametralmente opuesto.

La "Triple A", Alianza Anticomunista Argentina, fue una de las más activas de la época, y sus pasos se orientaron a tratar de intimidar a los artistas e intelectuales considerados "izquierdistas" por su vocación de cambio e investigación.

No pocos fueron los actores y actrices que en aquella situación comenzaron 'a sentirse atemorizados tanto por las amenazas telefónicas como por las "apretadas" personales que los ponían ante la disyuntiva de "exiliarse o morir junto a sus familias".

La Asociación Argentina de Actores se hizo eco de los reclamos de sus afiliados y decidió plantear la inquietud ante las máximas autoridades gubernamentales de ese momento.

José López Rega, alias “El Brujo”, era en aquellos tumultuosos tiempos ministro de Bienestar Social y, además, a nadie escapaba el gran poder ejercido por él sobre la primera plana del gobierno peronista.

Sin embargo, ya la inquietud de los sindicatos era evidente y esa incertidumbre no solamente obedecía a los problemas salariales y laborales, sino a la oposición a la figura del influyente ministro. Por otra parte, ya no eran pocos los que suponían que era López Rega el instigador del accionar de la "AAA”.

A pesar de ello, los actores decidieron entrevistarse con el "Primer Ministro", como también se lo solía denominar por aquel entonces, para reclamar por su seguridad ante las múltiples amenazas de, justamente, la propia "Triple A".

A puertas cerradas se realizó la reunión de los actores y López Rega. Más tarde se permitió el ingreso del periodismo y era evidente que los nervios invadían a todos los presentes, María Rosa Gallo, David Stivel, Luisina Brando, Juan Carlos Rousselot, Leonardo Favio y Alfredo Alcón, entre otros, estaban allí presentes, pero solamente Alcón atinó a declarar "que más que un ministro había encontrado un amigo", cosa de la cual amargamente se arrepentiría varios años después.

En aquella entrevista, "Lopecito" les dio plenas garantías sobre su seguridad y prometió una investigación "a fondo".

Pasaron más de once años de aquel momento tan crucial y el destino fue permutando los papeles de unos y otros.

En aquel entonces eran los actores y actrices los que estaban preocupados esperando una respuesta de la justicia.

Años después, en julio de 1986, en cambio, quien estaba nervioso y esperando una "respuesta" judicial era José López Rega, recientemente capturado y extraditado desde los Estados Unidos, por estar acusado de ser el iniciador de las "Tres A".

Cipe Lincovsky fue una de las actrices que debió soportar los embates demenciales de la "Alianza Anticomunista" y durante la presidencia del radical Raúl Alfonsín decía en éste sentido: "La democracia que actualmente vivimos y este hecho contribuyen a afianzar la confianza en la positiva labor de la justicia argentina. Está actuando bien, eso se puede sentir, y me llena de orgullo y satisfacción. Es realmente importante que esto continúe adelante para poder desterrar el miedo de una sociedad acostumbrada a padecerlo durante mucho tiempo".

Mientras tanto, Dora Baret, otra de las actrices que sufrió aquellos dolorosos momentos, afirmaba: "Yo no estuve prohibida en ese sentido, aun-que figuraba en las famosas listas. El que no pudo trabajar por la 'Triple A' fue mi esposo Carlos Gandolfo. Me alegra que el país esté reencontrando el camino de la justicia y que la gente que se manejó con total impunidad enfrente a sus conciudadanos ahora apoyados por las leyes".

Pepe Soriano, otro excelente actor que supo lo que fueron las amenazas y las prohibiciones, explicaba su alegría por la detención del ex ministro peronista de la siguiente manera: "Estoy convencido de que aquí debíamos también recordar el nombre de un libro: 'Nunca más'. En él se resume perfectamente la idea de que no vuelvan a repetirse hechos tan dolorosos como estos. Y que la justicia, al traer al país a López Rega, logre evitar que personajes como éste se vuelvan a sentir impunes".

Fuente: Revista Radiolandia 2000

11 de Julio de 1986

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