¡Ni para atrás ni para adelante! La actividad económica está completamente parada hace ocho meses

El INDEC confirmó que el índice EMAE de actividad económica desaceleró notablemente su ritmo de aumento y solo creció un 0,1 por ciento durante el mes de marzo. De esta manera se acumulan 8 meses de completo estancamiento, y una retracción del 0,5 por ciento en comparación contra julio del año pasado según la serie desestacionalizada del indicador.
Se logró evitar la recesión formal definida como la caída consecutiva por dos trimestres, ya que la variación de los primeros tres meses del año cerró con un rebote del 1,5 por ciento, que sin embargo no logra compensar la fuerte caída del trimestre anterior.
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— INDEC Argentina (@INDECArgentina) May 23, 2023
La actividad económica creció 1,3% interanual en marzo de 2023 y 0,1% respecto de febrero https://t.co/jW42BgaKhz pic.twitter.com/Lk3xPHbHBp
Asimismo, los datos para el primer trimestre aún no capturan la mayor parte del impacto de la sequía, ni tampoco los efectos de la violenta corrida cambiaria desatada en la segunda semana de abril. De hecho, la mayor parte del rebote se concentró entre enero y febrero, antes del shock provocado por la sequía.
Se espera que el EMAE pueda enfrentarse a fuertes caídas principalmente apostadas entre abril y mayo, consumiendo así el modesto rebote observado en los tres meses precedentes. El escenario para el segundo trimestre es sumamente pesimista.
Aún así, el índice EMAE ajustado por el aumento poblacional se contrajo un 1,5 por ciento desde julio de 2022, y retrocedió a niveles muy similares a los que había en el segundo semestre de 2019. Se acumula una caída brutal en torno al 10,7 por ciento con respecto a octubre de 2011.
Argentina continúa con una situación de severa estanflación que se verá recrudecida cada vez más a lo largo del segundo trimestre. Los precios aumentaron hasta un 8,4 por ciento en abril y la variación interanual superó el 108 por ciento. Por otra parte, el promedio móvil anualizado de los últimos tres meses se condice con una inflación que supera el 150 por ciento, mientras que el último dato de abril anualizado arroja una inflación del 163 por ciento.
El disfuncional sistema cambiario también es un factor a tener en cuenta para prever una mayor recesión sobre el nivel de actividad en los próximos meses. El tipo de cambio oficial favorece la sobrefacturación de importaciones y la subdeclaración de exportaciones, provocando un creciente desequilibrio externo al cual se responde aplicando restricciones cuantitativas a la importación (algo que resulta extremadamente recesivo).
Este aspecto podría ser particularmente perjudicial para la actividad industrial, que fue uno de los pocos sectores que logró empujar hacia arriba al EMAE frente a la retracción del sector agropecuario y las exportaciones. Este sector creció un 3,1 por ciento interanual en marzo y tuvo la mayor incidencia positiva sobre el índice general en este mes.
Por otra parte, la actividad agropecuaria se desplomó un 12 por ciento interanual en marzo y le restó casi un punto de crecimiento al promedio general. Pero nuevamente, la mayor parte del impacto por la sequía se registrará en las estadísticas para los indicadores de abril y mayo respectivamente.