Economía y Empresas
Los ponés a manejar una calesita y la chocan

Salió cara la jodita: el pifie del Gobierno que aprovecharon los especuladores le costó 700 millones de dólares al BCRA

La estrategia de intervención en el mercado financiero que adoptó Ejecutivo a fines de abril terminó generando un "rulo" y el Banco Central perdió plata por los cuatro costados. (Dibujo: NOVA)

El Gobierno de Alberto Fernández no para de hacer mérito para ganarse el mote de “Pato Criollo”, ya que cada a cada medida que toma, la acompaña con una “macana”, como dice la sabiduría popular. A estas alturas uno no puede evitar preguntarse si lo de la gestión del Frente de Todos es simple inoperancia e incapacidad o si tienen motivos perversos para perjudicar a propósito al pueblo argentino.

La última genialidad fue la fallida intervención por medio del Banco Central (BCRA) en el mercado financiero durante fines de abril y parte de mayo para intentar ponerle paños fríos al precio del dólar, que deribó en una pérdida masiva de las arcas estatales, como suele suceder cada vez que intentan manipular los precios de forma artificial.

Vale destacar también el papel de los buitres financieros que, ni lerdos ni peresozos, están atentos a cada pifie y grieta en el sistema para sacar partido y llevarse millonadas sin hacer nada, a costa de empeorar la vida de los argentinos honestos. Se los podría clasificar como una sub-especie del parasito estatal, que se caracteriza más por el oportunismo y el olfato para captar dónde y cuando carroñar con las torpezas del Ejecutivo, en vez de recibir una dádiva directa del Gobierno de turno como los “planeros” tradicionales.

En definitiva, la estrategia de estos zanganos chupadólares consistió en comprar dólares baratos intervenidos por el Banco Central, revenderlos a precios de mercado y, con la ganancia resultante en pesos comprar más dólares baratos, para volver a empezar.

La jodita no tardó en ponerse de moda, y los buitres se valieron del “rulo” para llevarse un pastón verde moviendo tan solo algunas fichas en sus cómputos. Tal fue el descalabro, que finalmente llamaron la atención de la Comisión Nacional de Valores (CNV), que puso el grito en el cielo e intentó terminar con la sangría de una buena vez por todas.

Entonces, por medio de la Resolución General 962/2023, el ente regulador del mercado fijó desde el martes un plazo mínimo de 15 días en el que los inversores que hayan comprado dólares a través de bonos -dólar MEP o contado con liquidación- no podrán comprar activos financieros con dólares, lo que impide que se los use para nuevas inversiones durante dos semanas. Pero claro, la reacción llegó tarde y para cuando se publicó, los zátrapas ya se habían llevado una importantisima porción de la torta.

Entre el hambre y las ganas de comer

En la práctica, la avivada se terminó la semana pasada cuando el Banco Central renunció a mantener un dólar MEP tan bajo en las operaciones con Bonares y Globales. La brecha entre las dos cotizaciones casi desapareció y el negocio se detuvo.

En definitiva, el Ejecutivo en el mejor de los casos, tan solo cambió un mal por otro, ya que se vio forzado a cambiar su estrategia y terminó generando una escalada vertiginosa del precio del dólar “blue”, llevando a la divisa norteamericana a tocar los 492 pesos y acercarse al valor récord de 495. Es decir, cambiaron el hambre por las ganas de comer... y los máximos perjudicados son, como siempre, la gente de a pie que nada tiene que ver con jugarretas fiscales y chanchullos especulativos.

“¡Mozo, traigame La Dolorosa!”

Para cuando el Gobierno cortó el chorro y fue a pedir la cuenta para ver qué tan cara había salido la festichola, el resultado ameritaba una respuesta del tipo “Opa, ¿qué rompimos?”. Las estimaciones del mercado calculan que el Banco Central usó más de 700 millones de dólares de sus reservas para mantener bajo al dólar MEP implícito en el Bonar 2030 y el Global 2030.

“Según nuestras estimaciones basadas en el volumen operado del Global 30 y el Bonar 30 en el mercado local a través de MEP y contado con liquidación, el sector público adjudicó 33,4 millones de dólares en este segmento”, resumió un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) con datos actualizados hasta este último lunes.

“La intervención acumulada alcanza de acuerdo con nuestros cálculos los 705,5 millones de dólares desde el 25 de abril”, agregó el reporte.

En conclusión, como se planteo al inicio de la crónica, el mote de Pato Criollo está más que justificado para aplicársele al Gobierno del Frente de Todos.

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