Ante todo, el decoro

La funcionaria recurrió a sus redes sociales para “aclarar” que en caso de ser sorteada, va a renunciar al beneficio porque, claro, con lo que gana y en la posición que tiene, vivienda es lo que menos necesita. Pero… dice el viejo dicho “hasta que no lo vea no lo creo”. Habrá que esperar y hacerle un seguimiento a la contadora Bloser para ver si renuncia en caso de ser adjudicada.

Con los números 2362 y 3884, la contadora que trabaja en el Gobierno, podría resultar una de las adjudicadas de las viviendas de La Nueva Formosa que se sortearán próximamente a través del IAS.

Dando por sentado que es normal que una persona resulte posiblemente favorecida en dos oportunidades, la funcionaria se hizo eco de la noticia periodística que sacó el dato a la luz, y ofendida con que se hiciera notar la anomalía de un sistema, por demás sospechado, como es el del sorteo del IPV; publicó en su Instagram que “mucha fama me hacen, tengo miedo escénico” y agregó una “encuesta” en sus stories donde desafía: “Una casa”, “Dos casas”, “A llorar al campito”, en un claro mensaje que es una bofetada para aquellas familias que llevan años esperando por una solución habitacional y ven como una funcionaria impunemente, se jacta de un “error” del sistema que, casualmente, siempre “falla” para los que más tienen y son cercanos al Gobierno.

El caso de la funcionaria no sería el primero en salir a la luz, el año pasado en plena campaña electoral, la diputada provincial Gabriela Neme, denunció que el actual concejal del justicialismo, Marcelo Sosa, también fue beneficiario de no una, sino dos viviendas en La Nueva Formosa, pero lo más insólito del caso, es que el hombre “fusionó” las dos viviendas para usarlas como una “casa quinta”. A la vista de todos. Y por supuesto, eso quedó en la nada.

Y para cerrar, a modo de “defensa”, la funcionaria filtró a los medios “amigos” su descargo: “Cuando solicité la vivienda no era funcionaria”. No aclare contadora, no aclare que oscurece.