En la puja por quién tiene más poder, Alberto ratificó a Pesce como presidente del BCRA y "desacreditó" a Massa
La relación entre Sergio Massa y Miguel Ángel Pesce es cada vez menos disimulable. El nuevo punto de conflicto se sitúa en los coletazos que el mercado financiero comenzó a sufrir, a partir de la implementación del “dólar soja”, que repercutió en la cotización del Contado Con Liqui y afectó, por extensión, al resto de los dólares alternativos, que comenzaron a revertir su caída a fines de la semana pasada.
La rendición del Ministro de Economía a las presiones corporativas de los grandes productores y de las exportadoras, garantizando una cotización del dólar durante el mes de septiembre que, en la práctica, anula las retenciones, fue resistida en su momento por el titular del Banco Central, con argumentos más que justificados.
Alberto Fernández ratificó a Miguel Pesce como presidente del Banco Central https://t.co/VmVdrriR1M
— Revista La ciudad (@laciudadcdelu) September 20, 2022
Pesce no remitió a la derrota política del gobierno que, desesperado por conseguir dólares para poder cumplir los términos del acuerdo con el FMI se arrodilló ante los poderosos, sino a las consecuencias financieras e inflacionarias de esa determinación.
Cualquier argentino promedio podía prever que ese 30 por ciento adicional debía salir de algún lado, y que ese lado sería la emisión de pesos. Y también que, más temprano que tarde, los beneficiarios tratarían de convertir esa ganancia excepcional en divisas.
El incremento de la masa monetaria, más la presión sobre el dólar, naturalmente tendrían dos consecuencias: la apreciación del dólar y el aumento (o mantenimiento) de altísimas tasas de inflación. Si tiene cuatro patas, ladra y mueve la cola, muy probablemente sea un perro. Pero Massa creía ver un cisne.
Hacia fines de la semana pasada comenzó a comprobarse que lo que tenía que pasar, indefectiblemente estaba pasando. Los pesos de las corporaciones sojeras afluyeron sobre el CCC y el MEP, y la curva regresiva de la cotización de divisas cambió de sentido.
Drásticamente, tal cual es su estilo, Pesce prohibió a quienes se beneficiaron con el “dólar soja” el acceso a dólares financieros, lo cual incluye el cupo de 200 dólares por mes, la dolarización vía MEP o CCL, y también las operaciones con dólar futuro.
Si bien Sergio Massa pretendía que la medida no alcanzara a los productores, el Banco Central inicialmente ignoró olímpicamente al ministro y anunció en la tarde del lunes que toda la cadena de la soja, desde los pequeños productores hasta los grandes exportadores, estaría incluída en la prohibición, y así lo dio a conocer a los medios a través de la resolución respectiva.
Sin embargo, tras experimentar escenas de alto voltaje entre Economía y el Central, finalmente Pesce dio marcha atrás y decidió limitar la restricción a las grandes exportadoras y acopiadores.
El problema para Sergio Massa es que fue derrotado en su intento de desplazar a Pesce y reemplazarlo por alguien de su riñón. Muy por el contrario, el presidente Alberto Fernández acaba de ratificar Miguel Ángel Pesce como presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) "por un período de ley que vencerá el 23 de septiembre de 2028", ya que su designación actual vencía el 23 de septiembre.
Con una sutileza de Alberto, en su guerra privada con Sergio Massa, el Decreto 650/2022, fue publicado en el Boletín Oficial con las firmas del presidente y del Ministro de Economía.
La renovación del mandato de Pesce hasta 2028 lo convierte, en realidad, en el único “superministro”, aunque no sea ministro, en funciones. Algo que pretendió ser el jefe del Frente Renovador y no consiguió.
Con seis años de estabilidad en su cargo, Pesce se encuentra en condiciones de definir la política financiera del Estado a voluntad. Y, como sucedió con el “dólar soja”, podrá corregir, redireccionar o anular los efectos de las decisiones del titular de Economía.
Aunque parezca derrotado, Alberto sigue resistiéndose a jugar el rol “testimonial” que le impusieron Cristina Kirchner y Sergio Massa.