Sergio Massa aseguró que viene a "trabajar de una manera muy comprometida", pero no aclaró con quién

“No soy un mago o un salvador, vengo a trabajar de una manera muy comprometida”, aseguró Sergio Massa luego de asumir. Pero los anuncios que formuló no terminaron de conformar a nadie.
El nuevo ministro fue despojado de los poderes de “superministro”, aunque insista en esta condición el Frente Renovador y los multimedia amigos. No maneja Energía, ni la AFIP, ni el Banco Central, ni el Banco Nación. Ni tampoco las principales cajas, como la ANSES o el PAMI.
Con gran compromiso y responsabilidad, junto al equipo económico y productivo que he convocado, comenzamos esta etapa al frente del ministerio de @Economia_AR.
— Sergio Massa (@SergioMassa) August 4, 2022
Tenemos un enorme desafío por delante, pero también la enorme oportunidad de transformar la realidad en que vivimos. pic.twitter.com/Q2XJhegf8l
A lo sumo asumió un Ministerio de Economía ampliado con relación a los que tuvieron Martín Guzmán o Silvina Batakis. Como era antes, en realidad. Y nadie llamaba a esos ministros “superministros”.
Massa pretendió tranquilizar a todos, pero –tal como sucede en estos casos- no conformó a nadie. Juan Grabois y otros dirigentes sociales pusieron en continuidad su permanencia en el Frente de Todos.
Guillermo Moreno disparó en su cuenta de Twitter: “Un claro ajuste ortodoxo. Con pocos ganadores y muchos perdedores (jubilados, descamisados, comerciantes, pymes, etcétera) Esto no es peronismo. Éste es un ajuste típico socialdemócrata y neoliberal. Esto es el Frente Renovador. Nosotros somos orgullosamente el movimiento peronista.”
La oposición afirmó que salió a vender humo. Las corporaciones pusieron en duda que pudiera implementar esos anuncios si no rompe con Cristina Kirchner.
¿Y la clase media? Será el pato de la boda del brutal ajuste de tarifas que prometió.
Massa intentó esquivar la devaluación haciendo anuncios generales. No definió un plan, sólo lineamientos generales. El verdadero plan sería anunciado en quince días.
Y ahí agarrate. O explota la protesta social, clases medias incluídas, o vuela Massa. Con o sin helicóptero.