¡Miralo a "Duraznito"! El sindicalista Juan Pablo Brey pasó de hacerse el picante a disfrutar los lujos en Nordelta

Mientras los gremios ultiman detalles para el paro del 10 de abril convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), una figura sindical que solía mostrarse en primera fila brilla por su ausencia: Juan Pablo Brey, secretario general del Sindicato de Aeronavegantes, aparece más activo en redes sociales practicando windsurf en la laguna de su country porteño que en defensa de los derechos laborales.
Brey, que representa a la totalidad de tripulantes de cabina del país, tuvo en otros tiempos un rol visible dentro del arco sindical. Al inicio del Gobierno de Javier Milei, cuando la amenaza de privatización o cierre de Aerolíneas Argentinas (AA) agitó al sector aeronáutico, su postura fue ambigua: más atento a los movimientos del resto del sindicalismo que a asumir un liderazgo propio.
Desde entonces, su protagonismo fue diluyéndose hasta quedar prácticamente desaparecido del escenario gremial.
Su presencia digital contrasta con el silencio institucional del sindicato. Mientras no hay declaraciones públicas de Aeronavegantes respecto al inminente paro general, Brey comparte imágenes familiares desde su residencia en un exclusivo barrio cerrado del norte del Gran Buenos Aires.
Su estilo de vida (alejado del promedio de cualquier trabajador aeronáutico) despierta críticas internas y externas. Tanto él como su esposa son tripulantes de cabina, pero el nivel de vida que ostentan resulta difícil de justificar solo con esos ingresos.
A esto se suma su reciente colaboración en actividades solidarias en Bahía Blanca, aunque no desde el gremio ni con el respaldo de la CGT, sino acompañando al pastor evangelista Dante Gebel, en lo que muchos interpretan como parte del armado político del pastor con vistas a una futura candidatura presidencial.
La participación de Brey en estas acciones alimenta sospechas sobre sus vínculos con sectores del oficialismo, en un contexto donde el sindicalismo en general se encuentra enfrentado al Gobierno.
La trayectoria política de Brey también ha sido zigzagueante. Supo ser cercano a Facundo Moyano, de quien se distanció para alinearse con Pablo Moyano, y posteriormente se volcó al espacio de Luis Barrionuevo.
Actualmente, integra el esquema de Barrionuevo bajo el armado peronista TrabajAr, donde comparte espacio con Maia Volcovinsky (del gremio judicial de Julio Piumato) y Agustín Vila, hijo del empresario televisivo y representante del sindicato de carga y descarga de La Plata.
Con un sindicalismo que exige compromiso en tiempos de ajuste, la figura de Juan Pablo Brey aparece desdibujada, entre privilegios personales, ambiciones políticas y un silencio que incomoda incluso dentro del propio gremio aeronáutico.
Habrá que ver si, tras el paro, vuelve a escena a "pedir la escupidera" o si elige seguir surfeando la ola del confort, lejos de los conflictos que debería encarar.