A medida que se acercan las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), el panorama político se muestra fragmentado con diversas alianzas y partidos que eligen competir en soledad.

Horacio Rodríguez Larreta, ex jefe de Gobierno, ha formado una alianza con Graciela Ocaña, buscando fortalecer el voto de centroderecha. Por otro lado, Propuesta Republicana (PRO) se ha unido a los diputados Oscar Zago y Miguel Ángel Pichetto, consolidando su posición en la contienda electoral.

Mientras tanto, La Libertad Avanza (LLA), de corte libertario, opta por ir sola, confiando en su creciente apoyo entre los votantes más jóvenes.

En el espectro de centro-izquierda, Evolución de Martín Lousteau ha renovado su coalición con la Unión Cívica Radical (UCR), el Partido Socialista (PS) y Gente en Acción (GeN), presentando una alternativa unificada frente a las fuerzas de derecha.

Sin embargo, no todos apuestan por alianzas: Elisa "Lilita" Carrió competirá en solitario con la Coalición Cívica ARI (CCA), mientras que Unión por la Patria (UxP), una fuerza que supo ser relevante, se encuentra casi desmembrada. El Movimiento Evita y Principios y Valores (PyV), liderado por Guillermo Moreno, también irán por separado.

La izquierda, fiel a su tradición, se mantiene unida bajo el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT). Entre las propuestas más particulares, Yamil Santoro encabezará su Unión Porteña Libertaria (UPL) en soledad, y Autodenominación y Libertad (AyL) ha logrado unir a Ramiro Marra y Marcelo Peretta, sumando otra opción al abanico electoral. Esta diversidad refleja un escenario político donde las líneas partidarias tradicionales se difuminan y emergen nuevas fuerzas.

Con este mosaico de candidaturas, las elecciones en CABA prometen ser un reflejo de las cambiantes lealtades políticas de la ciudad. A medida que se aproxima la fecha de los comicios, quedará en manos de los votantes decidir qué estrategias y propuestas prevalecerán en las urnas.

El peronismo con el sello de Pichetto

En un movimiento que promete agitar el panorama político de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Miguel Ángel Pichetto ha anunciado su intención de postularse como candidato a senador nacional.

El ex candidato a vicepresidente tiene en la mira un regreso al Congreso, enfrentándose a figuras de peso como el ex mandatario Mauricio Macri, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el senador Martín Lousteau.

Pichetto, una figura histórica del peronismo, no se conforma con volver a la arena política: busca construir un peronismo propio, diferenciado de las corrientes tradicionales.

Para lograrlo, ha comenzado a tejer alianzas estratégicas, reuniéndose y consolidando territorio junto al ex gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y al economista Diego Bossio, de origen kirchnerista. Esta tríada apuesta a posicionarse como una alternativa dentro del peronismo, con un perfil moderado que pueda captar a un electorado cansado de la polarización.

La nueva ala amarilla de Macri

En un movimiento estratégico dentro de Propuesta Republicana, el ex presidente Mauricio Macri presentó una nueva nómina de figuras clave para enfrentar a Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, evidenciando las tensiones internas que atraviesa el partido de cara a las próximas elecciones.

Esta lista incluye a los diputados Fernando Iglesias y Sabrina Ajmechet, la ex gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, la legisladora Silvia Lospennato, el ex ministro porteño Waldo Wolff y el ex funcionario nacional Sergio "Rabino" Bergman, en un intento por consolidar su liderazgo y reposicionar al partido.

La lista presentada por Macri reúne a dirigentes con trayectorias variadas, lo que sugiere un intento por equilibrar las facciones internas y ampliar la base de apoyo del partido.

La conformación de esta nómina refleja un claro intento de Macri por contrarrestar el ascenso de Bullrich y la estrategia paralela de Larreta. La inclusión de figuras como Vidal y Lospennato sugiere un esfuerzo por moderar el discurso del partido y apelar a un electorado más amplio, mientras que Wolff e Iglesias refuerzan una postura firme en temas sensibles como la seguridad y el debate político.

Con esta nueva nómina, Mauricio Macri busca reafirmar su autoridad en un PRO dividido y prepararlo para los desafíos electorales que se avecinan. La combinación de experiencia, renovación y diversidad en su equipo podría ser una fórmula para recuperar el protagonismo perdido, pero el desenlace dependerá de cómo se resuelvan las tensiones con Bullrich y Larreta en los próximos meses.

Lo que está en juego no es solo el futuro del partido, sino su relevancia en un escenario político cada vez más competitivo.