Aunque siempre sintió una conexión con el canto, no fue hasta hace cinco años que decidió profesionalizar su talento. Hoy, además de interpretar grandes clásicos, ha dado un nuevo paso en su carrera como compositor.

En una entrevista exclusiva con NOVA, Walter Horacio comparte detalles sobre sus inicios, su formación, su evolución como artista y sus planes a futuro.

-¿Cómo recordás tu niñez rodeado de artistas?

-En mi hogar "respiré" música desde pequeño. Mamá escuchaba canciones de grandes artistas: Sandro, Trío Los Panchos, Violeta Rivas, Charles Aznavour, Los 5 Latinos, Armando Manzanero, Leonardo Favio y tantos otros. Papá, por su parte, se deleitaba con el tango, disfrutando de talentosos cantantes y orquestas prestigiosas.

Mientras tanto, una de mis tías mostraba su arte como actriz y bailarina; mi hermano mayor bailaba folclore argentino, tocaba la guitarra y cantaba; y otro de mis tíos, humorista, formaba parte de una orquesta musical de cómicos.

Rodearme de artistas me acompañó durante mi niñez, sin imaginar que con el tiempo yo también lo sería.

-¿Cómo fue esa transición de cantar de manera amateur al profesionalismo? ¿Sentís que cambió algo?

-Cantar me agradó desde pequeño y, aún más, en mi adolescencia. Para esa época, solo lo hacía de manera amateur en reuniones familiares y actos escolares.

Hace cinco años, comencé a estudiar canto con la profesora argentina Marta Gerardi hasta que se produjo la pandemia del COVID y se suspendieron las clases.

Aproveché ese tiempo para intensificar mis ejercicios de vocalización, ensayar y aprender nuevas canciones.

Finalizada la pandemia, retomé las clases presenciales de canto, preparé un repertorio de doce canciones y grabé cuatro en un estudio. Además, inicié clases de armonía y lenguaje musical con el pianista y arreglador argentino Agustín Cetratelli.

El 9 de julio de 2022, debuté profesionalmente en un resto bar de San Telmo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.

Ese día produje un show que llamé Homenajes, en reconocimiento a canciones, intérpretes y compositores de todos los tiempos que "marcaron" musicalmente mi vida. Interpreté canciones de Luis Miguel, Trío Los Panchos, Julio Iglesias, Sandro, Nino Bravo, José José, Sergio Denis, entre otros.

El sueño de ser cantante profesional se hizo realidad... y comencé a transitar un mundo colmado de gratificantes momentos.

-Sabemos que estás actualmente en una nueva etapa como artista, ¿cómo la definirías?

-Desde mediados de 2024, descubrí una veta artística no explorada hasta ese momento: la de compositor.

"Aún me duele, amor" fue la primera canción que compuse, con la producción musical de Fran Margheritte y Agustín Cetratelli. Mi obra es una balada que cuenta la historia de un desamor y que, el 6 de septiembre de ese año, tuvo su lanzamiento en mi país, Argentina. Posteriormente, el 19 de enero de este año, fue distribuida internacionalmente en más de 40 plataformas musicales.

Actualmente, estoy creando dos nuevas canciones y, durante 2025, tengo previsto componer otras tres o cuatro más para lanzar un álbum en unos meses.

-¿Qué pensás de la evolución de la industria musical en los últimos años? ¿Creés que el bolero perdió masividad o se mantiene?

-La industria musical cambió vertiginosamente porque evolucionaron la tecnología y el mundo. Hoy las redes sociales son una de las herramientas más eficaces para la difusión de la industria y, bien aprovechadas, pueden generar resultados positivos para un artista.

Los boleros, como otros tantos géneros, no pierden vigencia porque la música trasciende el tiempo, traspasa fronteras, no tiene idioma, no discrimina raza, sexo o edad.

Uno de los tantos ejemplos es Bésame mucho, creada a sus 16 años por la mexicana Consuelo Velázquez hace 93 años y que fue grabada por infinidad de intérpretes, en muchos idiomas, durante muchas décadas, y que aún es un éxito rotundo de popularidad.

-¿Cuál es tu sueño en la música?

-Son varios los sueños por cumplir. Dos de ellos, que anhelo concretar este año, son el de grabar un tema con mi amigo, el talentoso cantautor chileno Cris Del Rosario, y realizar mi primer álbum con ocho o diez canciones, la mayoría de mi autoría y algunos covers.

Otro muy importante es el de hacer un show con mi hijo, Mauricio Pasculli, baterista y compositor, y algunos músicos amigos de él. Te diría que sería una experiencia única, irrepetible y hermosa para vivir.

Y, por último, hacer un show en Argentina, Chile o cualquier otro país con mi estimado amigo Cris Del Rosario.

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