El columnista invitado
"Comer un guiso con carne es un lujo"

Crisis alimentaria infantil en el país: un panorama desolador

La situación económica en Argentina ha impactado de manera alarmante la alimentación de millones de niñas y niños.

Por Daniel Cassola

Según la Octava Encuesta a Hogares con Niñas, Niños y Adolescentes de UNICEF, alrededor de diez millones de jóvenes han reducido su consumo de carne y lácteos en comparación con el año pasado, y más de un millón se salta una comida diaria. La ingesta de verduras y frutas también ha disminuido, mientras que el consumo de fideos y harinas ha aumentado significativamente. “Comer un guiso con carne es un lujo”, afirman desde los comedores.

La encuesta de UNICEF revela que el 52 por ciento de los hogares han tenido que dejar de comprar algún alimento, un incremento de once puntos en comparación con 2023. Este dato representa a 3,3 millones de hogares, de los cuales un 90 por ciento dejó de comprar leche, carnes y otros lácteos. Incluso en los hogares que perciben la Asignación Universal por Hijo y el Programa Alimentar, la cifra es del 67 por ciento. En aquellos con jefes y jefas de hogar registrados, el porcentaje es del 35 por ciento, lo que evidencia que tener un empleo no es suficiente para salir de la pobreza.

Lourdes Alfonso, maestra de séptimo grado en la Escuela Francisco P. Moreno, en Barracas, Ciudad de Buenos Aires, describe una situación desesperante. “Nos encontramos con un panorama muy triste ya que tenemos infancias que lamen los platos, literal”, comenta Alfonso. Señala que muchos niños llegan a la escuela con dolores de cabeza o de estómago porque su última comida fue la merienda escolar del día anterior.

María Medina, coordinadora del comedor "Sueños cumplidos" en Almirante Brown, relata las dificultades para conseguir alimentos básicos. “Cuesta muchísimo comprar un pedazo de carne, es un lujo. Pero también el pan, la leche, las cosas básicas que necesita una criatura para alimentarse”, explica Medina. La crisis ha obligado a los comedores a dejar de usar alitas de pollo en los guisos, un ingrediente que solían compartir entre las organizadoras.

La encuesta de UNICEF también destaca que un 23 por ciento de los hogares han dejado de comprar medicamentos y un 32 por ciento han reducido los controles médicos y odontológicos. En algunos casos, esta situación afecta también a sectores medios, con un 9 por ciento de los hogares dándose de baja de la prepaga o cambiando a sus hijos de escuela por no poder pagar la cuota.

Paula Pani, directora del Centro de Atención Primaria de la Salud 25 en la provincia de Buenos Aires, señala que la malnutrición ha empeorado en los últimos meses debido a la reducción de insumos a los comedores. Esta situación provoca un aumento de cuadros respiratorios y diarreas entre los niños, además de afectar su crecimiento y desarrollo neurológico.

El presupuesto destinado a la niñez en Argentina ha caído un 25 por ciento en términos reales en los primeros cinco meses de 2024 en comparación con el mismo período de 2023, según otro informe de UNICEF. Esta reducción afecta políticas cruciales como los comedores escolares, la infraestructura educativa y la compra de materiales, además de las partidas para la salud y la Secretaría de Niñez.

Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social y Monitoreo de UNICEF, advierte que estos recortes ponen en riesgo la continuidad y calidad de las prestaciones clave para garantizar los derechos de los niños y adolescentes. Sin refuerzos presupuestarios significativos, 2024 podría ser el tercer año consecutivo de reducción en los recursos asignados a las políticas de niñez y adolescencia.

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