Rápidamente, luego de recibirse en la escuela de música, comenzó a vincularse y a trabajar en el mundo grande de la música profesional. Sus primeros pasos los dio haciendo sonido para el mítico Carlos Altamirano y Los Cartageneros.

Luego le tocó trabajar con Pocho La Pantera, Gladys La Bomba Tucumana, Sebastián Conejito Alejandro y Las Primas.

La carrera de Andy Zavala se nutría de experiencia y de contactos. Un buen día conoció a quien se convertiría en su mentor, en su segundo padre: el legendario Coco Barcala, el creador más importante de la movida tropical. Con más de 3000 obras registradas en SADAIC.

A instancias de su mentor, Andy Zavala comenzó su carrera internacional, llevando la cumbia y el cuarteto a Miami, a comienzo de los ‘90. Y con ello todo se multiplicaría exponencialmente.

Luego de 3 años con un sinnúmero de recitales en Miami, llegaron 2 temporadas completas de shows para la colonia mexicana de Los Ángeles. Y su primer disco grabado en México.

También, de la mano de Hugo Spósito, recorrió los escenarios de Las Vegas, Houston, New York, Chicago. Viajando luego por Australia, España e Italia, donde grabó “A modo mio” con el icónico Gianni Nazzaro.

Fueron tiempos de viajes, de nuevos públicos, de éxitos. Pero también fueron tiempos de extrañar a su país. Andy decidió volver con varias canciones bajo el brazo, que eran hits en México, contextualizadas a lo que estaba sonando en Buenos Aires.

Después de muchos intentos, le dieron la oportunidad de activar la adaptación de un merengue dominicano que se iba a convertir en un hit rutilante en la Argentina: “Cachete, pechito y ombligo”.

Todo se empezó a acomodar. Andy seguía componiendo. Y los viajes seguían siendo parte del cotidiano. Otra vez en Miami, de la mano de Quique Dapiaggi y Sergio Velasco Ferrero, Andy incorporó el humor a su rutina musical. Y desde entonces no es solo un intérprete o un músico, sino un verdadero juglar. Un showman. Un artista hecho de escenario y de complicidad con el público. Un narrador de historias de aquí y de allá.

Hoy, Andy Zavala vuelve con todo al país que tanto ama, a su tierra. Y vuelve con una cumbia tradicional pero munida de nuevos aires: “La Playita”, compuesta por su director musical Gerardo Gross, con arreglos del propio Andy.

Sobre la mesa de trabajo hay muchos viajes programados. Tal vez porque los viajes son el oxígeno de los juglares. Se vienen muchos shows por el país, pero también por Paraguay, México y España.

Por lo pronto, aprovechemos para ver a este artista argentino en nuestros escenarios, durante este naciente verano 2023. Andy Zavala, juglar incansable, se define como “Un caminante feliz del mundo. Orgulloso de llevar la música argentina a todas partes”. Y así será. Una y otra vez.