Política
Jugando a dos puntas

Cualquier bondi lo deja bien: después de negociar con el FMI y el BID, Massa le pide limosnas a China

Con poco margen de maniobra, el ministro de Economía, Sergio Massa, busca reactivar las relaciones con el gigante asiático para propiciar la entrada de dólares. (Dibujo: NOVA)

La crisis en la que está sumido el país ha llegado a un punto de presión insoportable: la gente ya no aguanta más la inflación que destruye los salarios sin ton ni son, el dólar sube y baja cuando se le da la gana, y los movimientos sociales, aun los que están vinculados al Gobierno, comienzan a encabritarse y agitar las calles. Y el ministro de Economía Sergio Massa, a quien el mote de “súper” le quedó grande, busca amparo en el exterior para tratar de estirar el partido un poco más.

En un contexto de pocas reservas en el Banco Central, y ya sin margen para aplicar muchas más restricciones, el Ministerio de Economía, va en busca de nuevos dólares. Reactivó las relaciones con China, que estaban frenadas con Gustavo Béliz, y se espera la llegada de divisas con desembolsos para las represas y la ampliación del swap.

En el mediano plazo, el Gobierno apunta a cerrar el déficit comercial con ese país a través de la exportación de litio y cobre. Aunque sin cargo formal, la gestión de negociaciones multilaterales quedó en manos de Marco Lavagna, el director del Instituto Nacional de Estadísticas y Cencos (INDEC).

Destrabados los préstamos multilaterales, otra de las tareas que Massa le encomendó a su equipo es reflotar el vínculo con China. El primer paso es la reactivación del financiamiento de las represas de Santa Cruz que hace un pool de bancos de China, y que se había cortado a principios de 2021. Antes de fin de año, se espera que ingresen 400 millones de dólares.

Según comentaron dentro del Gobierno, lo que demoró el financiamiento fue que no se presentaban documentos que constataran que había que modificar la reingeniería de la obra. “El que tenía la responsabilidad de hacerlo era Gustavo Béliz”, comentó una fuente oficial, al hacer referencia al exsecretario de Asuntos Estratégicos, que dejó su cargo a fines de julio. “China es un país eficiente pero burocrático, por lo que hay que presentar bien los papeles, y a tiempo”, agregó la misma fuente. Trabado ese financiamiento en 2021, fue el Tesoro el que transfirió el dinero, aunque ahora dejará de hacerlo.

Las relaciones se modificaron a principios de agosto con la llegada de Massa al Palacio de Hacienda. “Le metió una velocidad sin precedentes”, contaron fuentes cercanas. La gestión la llevó a cabo el embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, en diálogo con Lavagna. Aunque sin cargo formal, el titular del Indec, economista de confianza de Massa, quedó a cargo de la relación con multilaterales. De hecho, viajó con Massa a Estados Unidos en el último mes para las reuniones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el G20, el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.

Las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic tienen un costo que podría superar los casi 5.000 millones de dólares calculados inicialmente, por las obras de reingeniería, por eso es que faltaba la firma de una adenda. La ventaja de este préstamo que realizan bancos chinos es que luego se repaga con la generación de energía. Participan también de las negociaciones la Cancillería y Energía Argentina.

Déficit comercial

China es el segundo socio comercial de Argentina, después de Brasil, pese a haber sido el primero durante algunos meses de 2020, durante la pandemia. El objetivo del Gobierno es profundizar esa relación, pero con un cambio: que deje de ser deficitaria. China es el país con el que Argentina tiene el mayor saldo negativo. En 2021 fue de 7.239 millones de dólares, según el Indec. Otros países de Latinoamérica, como son Chile, Brasil y Perú, tienen superávit. La diferencia radica en la venta de minerales (cobre, hierro y oro, respectivamente).

El Gobierno apunta a revertir esta relación comercial deficitaria, aunque no en el corto plazo. Iniciativas como las granjas porcinas para dejar de vender el poroto de soja y vender la carne porcina quedaron truncas. Otra sería una promoción “más agresiva” para que puedan llegar los productos locales a las plataformas de comercio electrónico de China, que cada una puede tener 600 millones de usuarios. Sin embargo, la alternativa que se ve más viable es a través de la exportación de minerales, sobre todo en el caso del cobre.

Solo con la puesta en marcha de los cuatro proyectos más avanzados, Argentina podría ubicarse entre los diez principales productores de cobre del mundo, y exportar para el fin de la década más de 11.000 millones de dólares. Hoy no existe producción ni exportaciones de este mineral, tras el cierre de Bajo de la Alumbrera.

Las exportaciones con China están concentradas en cuatro productos, que explican el 80 por ciento de las ventas, explicaron en Cancillería, siendo productos primarios o manufacturas de origen agropecuario. El objetivo del Gobierno es sumar exportaciones de mayor valor agregado, al sumar inversiones de empresas chinas en sectores como la automotriz, mediante la producción de baterías de litio.

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